domingo, 20 de noviembre de 2005

Reportaje / Los brigadistas con prontuario de Lavín










Los dos líderes de "Los de Abajo" que trabajan para Lavín

BRIGADA ANIMAL



Esta semana el candidato de la UDI reiteró su promesa de mano dura contra el crimen. Pero, dos jefes de propaganda de su comando tienen historial delictivo: “El Mono Ale”, procesado por homicidio, y “El Cabezón Beto”, encargado reo por lesiones graves. Son caudillos de la barra de la “U” y saltaron del tablón a la campaña. Se declaran pinochetistas. De derecha. Y votan por Joaquín.

Por Miguel Paz / La Nación Domingo (20 de noviembre de 2005)



El viernes primero de septiembre, en la Escuela de Los de Abajo, fue el lanzamiento de la candidatura a diputado por el pacto Juntos Podemos del barrista Germán Llanca. En la foto que acompañó la nota el lunes siguiente en La Nación, Llanca aparecía flanqueado a su derecha por Manuel Alejandro Varela Bustos, “El Mono Ale”, y a su izquierda se hallaban Gonzalo Carrera Rojas, “El Beto” o “Cabezón Beto”, y Alcides Castro, “Anarkía”.

Mono Ale, Beto y Anarkía son reconocidos por ejercer un triunvirato de poder sin contrapesos en Los de Abajo, la barra brava de la Universidad de Chile. También son públicas sus diferencias políticas. Pero eso no fue obstáculo para unirse y apoyar a Llanca, quien postula al Congreso por Recoleta. Su lema es “Del tablón a la calle, de la calle al Parlamento”.

Anarkía es un profesor de Castellano que dejó su profesión para dedicarse a la barra. Ha dicho reiteradamente que sueña con la revolución y la libertad, “sin fronteras, ni Estado, ni dinero, sin límites de nada”, y vota por el pacto de la izquierda extraparlamentaria.

El Mono Ale (31) estudió en el Instituto Nacional de Fútbol (INAF). El 28 de enero de 2005 se tituló como ingeniero en administración de empresas con mención en organizaciones deportivas. Al Cabezón Beto (26) no se le conoce profesión. Ambos son pinochetistas declarados.

Esto no impide que su pasión por la “U” los empujara a apoyar a Llanca. Consultados en la presentación de Llanca, Mono Ale y Beto nos dijeron que votarán por su “hermano” de la barra en las elecciones a diputado, pero en la senatorial y presidencial su voto es para la UDI y Lavín. En medio de bromas y arengas de la barra, Beto además confesó a “La Cuarta” que “igual trabajo en la UDI para las campañas”.

A menos de un mes de las elecciones, al Mono Ale y al Beto apenas les queda tiempo para ir al estadio. Están a tope dirigiendo y coordinando brigadas de la UDI en Santiago Centro, Providencia, y los sectores nororiente y poniente. Es decir, en casi toda la capital. Lo hacen por dinero, convicción y porque su ficha de antecedentes penales no les deja otra opción.

DOS MANOS DURAS

El miércoles, el candidato de la UDI dejó la delincuencia, su tema favorito, para el final de su intervención en el debate presidencial.

Consciente de que los resultados de la encuesta del CEP lo ubican como el más capacitado de todos los candidatos para luchar contra la delincuencia, Lavín utilizó un truco para eludir el reglamento de no mostrar objetos de ningún tipo. Sonriente, levantó un papel y mostró el número 500 escrito con lápiz pasta diciendo: “En este rato ha habido ya 500 asaltos y robos en Chile. Ocho por minuto. En esto que nadie se equivoque: mano dura contra los delincuentes y esta otra mano (la derecha), más dura todavía”.

Al escucharlo, El Mono Ale y Cabezón Beto deben haber soltado una carcajada. Su historial delictivo los convierte en dos mano duras que encajan con el perfil de los antisociales que Lavín pretende erradicar.

La noche del martes 1 de febrero, tres menores de edad y un adulto ingresaron armados a la casa del agricultor Ricardo Núñez en Las Condes. Lo amordazaron y maniataron junto a su familia. Los asaltantes se llevaron 600 mil pesos, un computador y un auto marca Honda, del agricultor. A las pocas horas fueron detenidos por carabineros de la 47ª Comisaría de Los Dominicos.

Los menores, todos con prontuario policial, confesaron que habían sido dateados por Gonzalo Carrera, El Beto, quien oficiaría como reducidor de las especies robadas. Al allanar, el miércoles, el domicilio del Beto en la villa Cousiño Macul de Peñalolén, los funcionarios policiales encontraron proyectiles de fusil SIG, una pistola, tres relojes, una centena de anfetaminas, videos, computadores, radios, celulares, cuchillos, linchacos y un fax.

Con su humor de siempre, “La Cuarta” tituló: “Paleta barrista azul prestaba canutos para asaltos” y recordó que el 6 de enero de 2004 la policía halló en posesión del Beto armas, especies, un sable y un espadín hurtados de la casa de un general del Ejército.

Aunque pasó cinco días preso por la acusación de intento de reducir especies, Cabezón Beto fue sobreseído por el 32º Juzgado del Crimen de Santiago.

En septiembre de 2003, Beto volvió a estar en la noticia cuando le disparó varios perdigones con una escopeta Maverick al contador José Bustamante Saavedra. Según él, actuó en defensa propia luego de que su vecino golpeara el parabrisas de su auto con una tapa de alcantarillado. El Beto además hizo disparos al aire con una pistola automática de su propiedad. Las armas las compró e inscribió en 1998 cuando rozaba los 20 años de edad.

REO POR HOMICIDIO

No han sido las únicas veces que Beto ha tenido problemas con la justicia. Conoce bien lo que es una cárcel por dentro.

Su prontuario en el sistema en línea de Gestión Policial (Gepol) registra que fue declarado reo como autor de lesiones menos graves el 23 de abril de 2003, en una causa que se tramita en el Tercer Juzgado del Crimen de San Miguel. También fue procesado por el Primer Juzgado del Crimen de Calama, como autor de lesiones graves el 14 de junio de 1999. Tiene arraigo vigente.

El Mono Ale ostenta una declaración de reo por homicidio. En septiembre de 1999 miembros de La Garra Blanca esperaban en el sector sur del Estadio Monumental para abordar un bus que los llevara a Concepción para alentar a Colo Colo. Un chirriar de ruedas y varios disparos callaron sus gritos. Ninguno quedó herido.

Salvo la joven de 17 años Gloria Valenzuela Valdenegro. Murió instantáneamente. Recibió un disparo en el corazón. Gloria era vendedora ambulante y estaba en el estadio con su madre trabajando. El balazo fue hecho por un desconocido desde un vehículo en el que viajaban el líder de Los de Abajo, Claudio Hernández, El Kramer, su lugarteniente Manuel Alejandro Varela Bustos, El Mono Ale, y Cristián Patueli, otro miembro de la barra.

En la investigación abierta en el 30º Juzgado del Crimen de Santiago, El Mono Ale fue declarado reo junto al resto del grupo, por el delito de homicidio, el 3 de septiembre de 2003. La causa fue sobreseída temporalmente por falta de antecedentes pero fue reabierta y está en etapa de sumario y con diligencias pendientes.

Mientras la investigación sigue, El Mono Ale ocupa su tiempo en inspeccionar el trabajo de los brigadistas a su cargo en Santiago Centro y Providencia. Cada madrugada, alrededor de medianoche, se da una vuelta por Plaza Italia, con El Beto, para comprobar que sus muchachos no han abandonado el cuidado de las “palomas” y gigantografías con la imagen de Pablo Longueira, candidato a senador por Santiago Oriente.

YO TRABAJO EN LA BRIGADA DE JOAQUÍN

Nos contactamos con El Mono Ale y El Beto para comprobar que no son meros brigadistas de la UDI y Lavín, sino jefes de cuadrilla que comandan a decenas de personas que salen a hacer rayados en la noche, o a destruir propaganda de otros candidatos, como aseguraron al menos cinco personas distintas. El Beto reconoció hacer también campaña en la Octava Región.

Precisamente en Concepción, el viernes 11 de noviembre, un grupo de brigadistas del comando de Carlos Bombal se convirtió en noticia cuando carabineros los detuvo mientras destruían una gigantografía de Alberto Gyhra y Francisca van Rysselberghe, candidatos de Renovación Nacional al Senado y la Cámara de Diputados, respectivamente.

Los jóvenes confesaron trabajar para el candidato UDI por la Octava Región Costa. El presidente regional de RN, Claudio Eguiluz, medio en broma, medio en serio, dijo: “Con esto queda claro que a los delincuentes, antes de irse a la isla de Lavín, les están dando pega en el comando de la UDI en Concepción”.

Al teléfono con LND Mono Ale y El Beto precisaron su rol en la campaña del postulante de la UDI a La Moneda:

-¿Trabajan en la campaña de Lavín?

-Mono Ale: Sí. Yo trabajo en las brigadas de Joaquín.

-El Beto: Yo trabajo en la UDI. Como militante y también haciendo un poco de campaña.

-¿En la campaña de Lavín particularmente o de algún comando?

-M.A.: Tú sabes que esto está dividido en comandos, Lavín no puede tener un puro comando. Santiago está dividido en cuatro.

-¿Están a cargo de alguna brigada, en qué sectores?

-M.A.: Ahí en la Plaza Italia yo tengo cuántos, cuatro, seis.... En realidad no puedo darte bien las cifras de personas porque no estoy seguro cuántos son pero ahí tengo harta gente trabajando.

-E.B.: Claro. Tengo alrededor de un centenar de personas a cargo mío en las calles y en las noches. En la zona nororiente, un poco de la poniente pero en realidad trabajo donde sea que haya que ir. He cubierto Concepción y regiones.

-¿Para qué comando? ¿Para Lavín, ó eso no se puede saber?

-M.A.: Yo trabajo para Joaquín Lavín.

-¿O sea que tú coordinas a distintos brigadistas?

-M.A.: Claro, yo tengo todo un comando de gente. Pero ahí en la Plaza Italia tengo harta gente, en otras partes de la Alameda y en otros lados, pero sí tu quieres entrevistarlos te vas ahí a la Plaza Italia.

El jueves por la noche en Plaza Italia cuatro jóvenes cuidaban propaganda de la UDI. Reconocieron haber sido contactados por El Mono Ale y El Beto. Por su trabajo, que consiste en guardar los letreros debajo de un andamio y quedarse hasta el día siguiente cuidándolos, reciben 16.000 pesos diarios, cada uno. “Es una buena pega”, explica uno. “Igual podemos carretear, irnos pal´ Bella´ después que pasan El Mono y El Cabezón a cachar como está todo”.

El viernes intentamos recoger la versión de Joaquín Lavín sobre el caso de estos dos brigadistas. Hablamos con su jefe de prensa, quien explicó que el candidato no daría ninguna declaración hasta no tener los antecedentes en la mano. El sábado volvimos a llamar a un asesor que lo acompañaba en una gira por la Octava Región. Le entregamos los nombres de Mono Ale, del Beto y la información sobre sus causas judiciales. Hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.

UN POCO DE HISTORIA

Para entender la adhesión del Mono Ale y El Beto a Lavín, y la confluencia de sus intereses deportivos con los políticos, hay que retroceder hasta la detención de Pinochet en Londres en 1998. Y a las campañas parlamentarias de 1997, cuando miembros de las barras de la Universidad de Chile, Colo Colo y la Universidad Católica colaboraron en brigadas de distintos comandos.

El 2001, la muerte de Mario Escudero Lazo, un brigadista de RN en San Felipe, volvió a poner en el tapete la colaboración de las hinchadas en política. Entonces, “Spiry”, uno de los líderes de Los Cruzados, explicaba los riesgos de su trabajo en un grupo de choque: “Hay que andar armado y se puede recibir un balazo, por el que después el ‘patrón’ no va a responder. El pacto es quedarse piola si te agarran los pacos”.

A fines de 1998 la hinchada azul tenía como líder indiscutido a Claudio Hernández Kramer, El Kramer (36). Su segundo era Anarkía y luego venían Mono Ale y Beto. En ese tiempo, El Mono Ale se encargaba de grabar al “Bulla” con una cámara de video durante los partidos y El Beto “trasladaba los lienzos y era el encargado del bombo”, cuenta otro ex miembro de la barra que recuerda la participación de los jefes, en la campaña a diputado del RN Alberto Espina en 1997.

Una edición de “El Gráfico” de octubre de 1999 recogió las críticas a los líderes de la barra, hechas por un integrante de Los Autónomos, una facción escindida: “Cuando vimos al Claudio (Kramer) en un auto nuevo, con celular y chofer, decidimos salirnos. En la barra hay cuatro que se la están llevando toda. El Claudio, El Anarkía, El Mono y El Cabezón. ¿De dónde sacó El Mono la cámara de video que usa en el estadio? ¿Cómo se pagó el mes que estuvo en Europa para el Mundial (de Francia ‘98)? Acá corre mucha plata, loco. ¿Tú creís que los cabros ayudaron gratis al Espina (Alberto, el diputado)?”.

En 1999, Kramer confirmaba en la revista “Qué Pasa” la tesis de Los Autónomos y aseguraba que el primer acercamiento de integrantes de la barra a las campañas fue cuando trabajaron para Espina. La información fue desmentida por el parlamentario. Cuando Kramer cayó preso, El Mono Ale y El Beto sumaron a su repentino ascenso en la hinchada de la “U” y su trabajo en la campaña de 1997, una decidida defensa del general Pinochet, tras su detención en Londres.

DE PINOCHET A LAVÍN

Un antiguo miembro de la Fundación Pinochet recuerda que muchos miembros de barras bravas se acercaron a la entidad para solidarizar con el ex dictador preso en Inglaterra. Entre ellos estaban El Mono Ale y El Beto.

El Viper, uno de los caudillos de la Garra Blanca, decía que fanáticos de la UC, la U y Colo Colo participaban en actividades de la institución. “El Mono, uno de los máximos líderes de Los de Abajo, se llevó a dos `garreros’ a colaborar con la Fundación. Nosotros los expulsamos de la Garra, no porque fueran pinochetistas, sino por trabajar con uno de Los de Abajo”, explicaba.

Un integrante de Los de Abajo aclara que “iban de ambas barras”, pero que lo hacían por un interés personal “porque las barras no tienen color político”. El mismo barrista cuenta como El Mono Ale inventaba cánticos a favor del general y se los enseñaba en el patio de la Fundación a las mujeres que se juntaban en el edificio, antes de ir a protestar ante la Embajada de España. “Era para cagarse de la risa. Las señoras cantaban con el acento del Bulla”.

Mónica Wehrhahn, la ex camarógrafa privada del general Pinochet, entonces era la secretaria de la Fundación. No recuerda que participasen muchos barra bravas en las protestas, salvo dos. “Era muy cómico. Porque uno era de la Chile y el otro del Colo Colo. Nunca pelearon aunque cada uno andaba con la camiseta de su equipo. Cuando cantaban inventaban frases en el patio y eran súper animosos. Andaban a la pinta para ir a la embajada”, dice riéndose.

“Este caso es surrealista. Surgieron todos los fachos que había en la Garra Blanca y en Los de Abajo. A algunos los expulsaron de sus piños y se armó un nuevo piño de puros pinochetistas de ambas barras que incluso iban a la Fundación Pinochet a enseñarle cantos a las viejas”, dice un integrante de la Garra Blanca.

Las fricciones y enemistades que no pudieron ser sorteadas por el deporte, fueron salvadas por el fanatismo por Pinochet. Lo que se convirtió en una alianza contra natura al alero de la política les sirvió a “bullangueros” y “garreros” como puente de plata para establecer contactos con líderes de la derecha, y para participar en el intento de Lavín por llegar a la Presidencia en 1999.

Aunque hoy trabajan por separado –como asegura un jefe de brigada de la UDI que participa hace años en la Garra Blanca y que se declara derechista y pinochetista- ese mismo grupo, en el que estaba El Mono Ale y El Cabezón Beto, es responsable de parte importante de las brigadas de los comandos de la campaña parlamentaria de la UDI y presidencial de Lavín en la Región Metropolitana.

Para nadie es sorpresa que El Mono Ale y El Beto trabajen en una campaña presidencial. Todo el mundo se merece una segunda oportunidad. El único problema es que si Lavín fuese Presidente, dos de sus mejores brigadistas estarían recluidos en una cárcel isla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

seria interesante que fuera un poco democratico y publicaras los comentarios.

Miguel Paz dijo...

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