martes, 27 de noviembre de 2001

Entrevista Vera Land

Vera Land y la última canción de Los Tres
“NUNCA TE HAGÁS AMIGO DE LA BANDA”

Vera la reportera rocker. Vera la escritora erotizante. Simplemente Vera, concluye un año redondo con la edición, el próximo mes, de su novela “Tu maquillaje de fuga se evapora con la luz” (Ediciones B, Colección Ojo por ojo), y el esperado lanzamiento entrado el verano de la biografía autorizada de Los Tres, “Los Tres: La última canción” (Aguilar).

Por Miguel Paz / Revista El Periodista (27 de noviembre del 2001)

Un libro de 316 páginas y 19 capítulos con títulos tan sugerentes como “Unos chicos arrogantes”, “El palacio del rock” y “La música siempre me ha salvado”, escrito a dos manos con Enrique Symns, su inseparable amigo desde que se plantara con 19 años en la puerta de la redacción de Cerdos y Peces, exigiéndole ser periodista de ese medio. De aquellos tiempos hasta ahora las colaboraciones entre ellos se suceden, destacándose la biografía de Fito Páez, (“Páez”, Ed. Espasa Calpe, Planeta. 1996) y el libro sobre la banda penquista, a punto de salir a la venta tras casi dos años de investigación e incertidumbre.
La fantasía erótica de quien haya leído sus crónicas de sexo, drogas y rock and roll en la desaparecida revista argentina, se sienta frente a mí y desliza un saludo suave. En la mesa del café, el suplemento que publica “La verdadera historia de la salida de Enrique Symns de The Clinic” despierta una sonrisa cómplice en Vera Land. Sabe muy bien de qué se trata pero dice que, por ahora, no quiere referirse al tema.
Prendo el grabador y antes de iniciar la entrevista no puedo dejar de preguntarle si está consciente de la imagen de femme fatale que irradia en las mentes de sus lectores: “Tengo cierto conocimiento de eso, sí”, responde.
Le agrada el juego aunque ya saliéndose del rol y un poco resignada confiesa: “soy una chica normal, siempre pienso que la gente se desilusiona cuando me conoce”.

UN PLAN CAMBIANTE

-¿Cómo ha sido la preparación de la biografía de Los Tres desde que tu entraste al proyecto?
-La primera etapa fue súper interesante, yo llegué a Santiago y lo primero fue que me encontré en el departamento de Enrique con todos los discos de Los Tres que yo, la verdad, no los había escuchado nunca. Los conocía de nombre pero nada más y ahí estuve un par de semanas escuchando todos los discos, me encantó la banda, me pareció una banda de putamadre, muy buena y después de eso vino el primer show de Providencia, donde los escuché en vivo por primera vez y me sorprendió el vivo que tenían porque realmente era muy energético, muy fuerte y muy preciso también.
-¿Te benefició escribir esta biografía con una distancia mayor que la de un periodista admirador de Los Tres, por ejemplo?
-Sí, eso me re-benefició. Me puse en otro lugar porque, por ejemplo, de tu país vos tenés una idea de todas las bandas que no tienen sólo que ver con la música sino con posiciones que uno toma dentro de lo que conocés. Por ejemplo en Argentina si te gustan los Redondos no te gusta Soda Stereo, no sé, como ciertos clichés que siempre de algún lugar parten, aunque después se conviertan en una síntesis hueca. Quizás ahora si uno dice: los Redondos versus Soda Stereo, no tiene mucho sentido pero en el origen de esa confrontación había fundamentos.
Pero bueno, yo llegaba virgen de toda información, sin conocer a la banda, conociendo muy poco de la música chilena. Lo único que conocía era un poquito de Los Prisioneros y de los Electrodomésticos, que en Argentina sonaron en su momento; tampoco mucho porque allá es muy difícil que se escuchen bandas de rock que no sean las propias. Así que, en ese sentido, sí era interesante porque era todo nuevo y bueno ahí nos fuimos a Conce para el show de despedida de allá, con todos los chicos, con toda la banda, con todo el mundo.
-¿Cuándo tu llegaste, en qué etapa estaba la investigación?
-No había empezado, incluso hubo que esperar un poco porque todavía estábamos con las charlas con la editorial y aún no se daba la largada. La largada se dio cuando nos fuimos a Concepción y ahí ya sabía que me iba a quedar más tiempo, que todo el mundo se volvía y yo me quedaba en Conce a cargo de la investigación y del capítulo mío, que después terminó no siendo así porque al final hice un montón de capítulos; pero al principio el capítulo mío era el de Conce y Symns quería que fuera más o menos la mitad del libro, eso era en el plan original.
-¿Por dónde partiste, por Avenida Inglesa o por el Colegio Francés?
-(Se ríe) Por el francés. Ahí me quedé en Conce diez días y hablé con toda la ciudad, estuve en la casa de los papás de todos, de los hermanos de todos, de amigos de la infancia, de músicos que siguen allá. Entrevisté periodistas del diario El Sur, charlé con vecinos de los chicos cuando vivían allá, con ex novias, con toda la gente que los conoció.
-¿Y se logra alcanzar la honestidad de los entrevistados que conocieron a Los Tres antes y después de la fama?
-Y... depende. Hay gente que es más fácil, hay gente que es más difícil y hay personas que vos te das cuenta de que están tratando de no decirte algo y otras que, bueno, te das cuenta que es así como te lo están contando.
-¿Entrevistaste a la banda?
-Sí, bueno no, a Angel no. Yo los que más entrevisté fue a Pancho, a Alvaro y a Titae (Roberto Lindl) y Angel era de Enrique, tuvo exclusividad Enrique. En cambio los otros los entrevistamos los dos porque finalmente ese plan original de que yo sólo estaba en Conce se modificó y después seguí investigando en Santiago y...
-¿Eso se modificó por los problemas que hubo entre Symns y Los Tres… cómo fue eso?
-Se fue modificando espontáneamente y yo me fui metiendo más. Fue siendo necesario… En algún momento con Enrique planeábamos dividirnos las personas de determinada manera y después nos dábamos cuenta que era mejor dividirla de otra o por ahí él pensaba que era mejor que yo hablase con determinada entrevistada y después resultaba que no, que esa entrevistada le contaba más cosas a él. Al final a mucha gente la entrevistamos los dos, a otras no fue necesario y a otras las entrevistamos varias veces. En Conce lo más interesante que encontré fue que toda la gente allá los quiere mucho, no sé, son tan como orgullosos que Los Tres hayan surgido de su ciudad y les haya ido bien. Realmente hay mucho cariño hacia ellos. Por otro lado, a veces cuando vos vás al lugar donde se originó algo te podés encontrar con mucho resentimiento por esa cosa de que el otro se fue, triunfó y vos te quedaste o porque se sepan cosas que a lo mejor no son de conocimiento nacional y yo también iba con esa idea, de buscar si encontraba cosas así ¿no?

LA TELESERIE MEXICANA Y EL PRINCIPIO DEL FIN

-Hubo temas que para Los Tres fueron complicados. ¿De cuando en cuando les fiscalizaban para ver si se estaban metiendo en las patas de los caballos?
-De todo lo que es Conce no, porque es la plenitud. Toda la historia de ese capítulo es cuando ellos eran niños y adolescentes llenos de sueños, idealistas y súper amigos. Ahí está encerrada y contenida la expectativa y la ingenuidad, después la vida se complica, lógico, para ellos o para todos ¿no? En el libro sí hay momentos que son mucho más difíciles, también hubo que contar los fracasos. Hay capítulos que son puramente míos y otros de Enrique, no hay ningún capítulo que sea compartido y en este proceso de ir contando la historia, sí, existía la posibilidad de que a ellos les llegara el libro y quisiesen que algo no estuviese. Esa posibilidad existía por contrato. Por lo demás yo no me imaginaba a Alvaro rayando algo porque él quedara mal.
-Pero en un minuto Symns tuvo problemas para hablar temas como el de las drogas con Henríquez y hubo un período de silencio por parte de Los Tres.
-Sí, por eso yo te contaba que la parte más linda de todo fue la de Conce. Después pasó que al volver a Santiago las cosas se complicaron. Hubo nuevos encuentros con Alvaro pero él en un momento dio por terminada su participación en el libro. Para él el libro tenía que seguir su camino pero sin él y ese no era el plan. Lo que pasa es que a mí me cuesta hablar por Enrique, lo que sí te puedo decir es que en un momento Alvaro se volvió inaccesible para nosotros.
-Las versiones de prensa del momento señalaban que Symns derechamente planteaba que tú ibas a hacer el libro y que él no iba más.
-Hubo un momento en que sí se planteó eso y Enrique estuvo a punto. Yo estaba en Argentina cuando fue la crisis y cuando volví se estaba hablando de que el libro lo siguiese yo. Dije “sí, no hay problema”, yo ya tenía toda una investigación hecha, había entrevistado a sesenta personas, lo único que no quería era quedarme con sesenta casetes (risas). A esas alturas había que sacar el libro adelante. Enrique dijo que se iba y hubo un momento en que ellos estaban desentendidos del libro. A la vez, a mí me costaba porque el plan original había sido hacerlo juntos. Finalmente Enrique se metió de nuevo y terminamos haciéndolo los dos otra vez.
-¿Y el apoyo de Los Tres?
-Y sí, finalmente sí lo hubo porque, ya te digo, ellos estaban lateados, no querían hablar más de Los Tres. A ellos les pasó que volvieron de Conce, hicieron el último show acá en Santiago y les bajó toda la historia de que la banda se había terminado. Toda su vida habían estado tocando juntos y cada uno fue teniendo su crisis y nosotros estábamos en medio de eso tratando de hacer un libro.
-¿No te daba la sensación de ser el prototipo del periodista, estar ahí esperando recoger los pedacitos?
-Claro porque en un punto cuando vos te ponés prioridades, mi prioridad era entrevistar a todos, entonces uno se pone un acosador también y no te importa que el otro esté ahí. Bueno, de golpe parás y lo tratás de entender pero en general no te importa pensar que el otro esta sufriendo o está en crisis. Vos no te podés poner tampoco a pensar eso porque si vos te ponés a pensar: pobrecito es su intimidad, es su momento, es su crisis, lo comprendo, entonces renunciás como periodista, le palmeás la espalda y te hacés amigo.
-¿Compartes la frase del actor que hace de editor de la revista Cream en la película “Casi famoso” que le dice al periodista adolescente “nunca te hagas amigo de la banda”?
-La tendría que haber visto. Claro, nunca te hagas amigo porque si vos te hacés amigo decís sí. En un momento me puse a pensar y ahora incluso digo: claro, debe ser difícil agarrar un libro, ponerte a leer y enterarte de cosas que dice la gente que vos no sabías que las pensaba, gente amiga tuya, cercana, en fin. Hay cosas que son muy inmovilizantes, pero si en el momento que estoy haciendo el trabajo me pongo a pensar eso entonces dejo de funcionar. Ellos fueron pasando a un momento en que Titae estaba en crisis y no podía hablar de Los Tres. Cada uno de ellos tuvo su momento en que necesitaba esperar, un momento en que Pancho pidió que necesitaba tomar distancia y esperar para poder hablar. Angel no, la verdad es que Angel era el que más manifestaba su tristeza por la separación pero, quizás, como lo manifestó siempre y lo exponía -y eso no pasaba por hablar o no con nosotros- su elaboración del duelo de que se terminaba la banda estaba más asumida. Pero en medio de que ellos pasaron todas sus etapas, nosotros teníamos que terminar de hacer la investigación y pasaban las semanas y pasaban los meses. De todas maneras la investigación seguía avanzando con las personas del entorno, otros músicos, etc. Mientras a ellos les pasaban esas cosas y no nos veían, yo seguía adelante entrevistando gente.
-¿Qué pasajes de la biografía son los más relevantes o atractivos para tí?
-De los capítulos míos creo que el más logrado es el de Conce. De los de Enrique, hay uno que me parece que es muy atractivo, que es el de Pilar, la pareja de Titae. Hay una entrevista que le hago a Alvaro en que hablamos siempre acerca del disco “Fome” que también es súper interesante. Elegí un disco para hablar a fondo con él porque no quería hacerlo superficialmente sobre todos los discos. Escogí “Fome” porque me pareció clave en la historia musical del grupo y muy revelador en muchos sentidos. De alguna manera es el principio del fin de la banda. También el libro creo que aclara cosas como lo que pasó con la banda en México y que no sé si se sabían. Hubo mucha presión de posicionarlos allá. Vos sabés que cuando una banda de cualquier país de Latinoamérica decide lanzarse a nivel regional se hace por México. En un momento se empujó mucho por ese lado y quizá la banda estaba preparada, en el sentido que había llegado a tocar techo acá, aquí eran lo máximo, eran récord de ventas, eran los chicos mimados de toda la prensa especializada y era como el momento indicado pero después llegar a México no fue tan fácil. En el libro está contado todo lo que ocurrió, desde errores de ellos en cuanto a querer hacer todo muy rápido a suponer que iban a llegar allá y todo iba a ser fácil y cuando llegaron, imagináte que México es un país gigante, con un mercado impresionante, muy nacionalista que no es fácil llegar y conquistar; entonces tuvieron que chocar con otra realidad y ahí se juntan cosas. De hecho es uno de los temas que tuvo que ver con la separación, incluso algunas de las primeras conversaciones sobre separarse suceden durante una gira en México porque no era tan fácil y no todos estaban dispuestos a hacer el sacrificio otra vez empezando de cero. Hay distintas versiones de lo que pasó en realidad porque si escuchás lo que dice Alvaro es distinto a lo que dice Pancho y es distinto lo que dice Angel y es distinto lo que dice gente de la Sony de allá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece conocer la banda los tr3s como una persona que le gusta la musica y tiene 31 años ( baterista )y fui a por lo menos 15 recitales de ellos, pero una frace me hiso reflexionar ¡ el disco fome es el principio del fin de la banda ! lo triste que el disco es espectacular y la vez triste muy triste...
aps