Un hombre se arroja al vacío desde lo alto de un edificio.
Mientras va cayendo se dice a sí mismo:
Hasta aquí todo va bien,
hasta aquí todo va bien,
hasta aquí todo va bien,
y se estrella en el pavimento.
Lo importante no es la caída, sino el aterrizaje.
("La Haine", Mathieu Kassovitz, 1995).
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