lunes, 20 de agosto de 2007

La primera fanática de Los Ángeles Negros

Testimonio inédito de Carmen Auad González (60).

Como quisiera decirte…

Su historia no sale en el documental que se presentó en el Sanfic, pero ella es parte de la intimidad del grupo que creó la fórmula romántico rockera en su pueblo natal, San Carlos. Allí, Carmen les hizo oír “Por qué te quiero”, su primer hit, y les insistió en que la tocaran en un concurso de bandas de una radio de Chillán. Ellos lo ganaron, grabaron su primer disco y saltaron a la fama. Ella fue feliz, vendió sus discos y pagó la manda que le hizo a la Virgen, caminando junto a la banda tres kilómetros.

Mi historia con Los Ángeles Negros partió porque éramos compañeros de curso con Cristián Blasser (primer guitarrista del grupo) y nos conocíamos con Germaín de la Fuente, que estudiaba en la Escuela Consolidada. Él era destacado por su voz, porque participaba en el coro: a los festivales de coro ibas con Germaín y sabías que ganabas. Él cantaba fenomenal y así los presenté con los Blasser.

Mi papá tenía un local de RCA Victor frente a la Plaza de Armas de San Carlos. Él colocaba música con altoparlantes. Era la entretención y el punto de reunión de la juventud y de las personas mayores. En ese tiempo, el año 68, la Radio La Discusión de Chillán hizo un concurso para buscar nuevos grupos musicales. Como yo trabajaba en la tienda de mi papá conocía mucho a los vendedores de discos y cuando venían siempre les decía: "¿No tiene un disco que me regale?". Un día uno de ellos me dijo: "Yo le voy a regalar este disco que no ha sido famoso ni en su casa". El disco era "Por qué te quiero", de Orlando Salinas.

Yo, lola, siempre pensando en el amor y en la ilusión, lo escuché y me gustó, mientras los grupos se estaban preparando para participar en este festival de conjuntos que había entre Chillán y San Carlos. Entonces, yo llevé el disco al ensayo de Los Ángeles Negros en la casa de la familia Blasser, de Federico (primer baterista) y Cristián, y les dije: "¿Saben qué? Me regalaron este disco y a mí me gustó". Lo escucharon y les gustó también el "Por qué te quiero". Entonces, les dije: ¿por qué no se presentan con esta canción al festival? Lo empezaron a preparar, ensayaron y decidieron presentarse con ese tema. Yo lo empecé a tocar en el colegio y todo para que la gente reconociera el tema y apoyara a Los Ángeles Negros en su presentación en la Radio La Discusión.

Fuera de esto había que votar por el conjunto que a uno le gustaba y enviar el voto en un sobre a la radio en Chillán. En San Carlos se juntaban los sobres en un buzón en el local de mi papá y estaban compitiendo Los Cangrejos y Los Ángeles Negros. Yo era del bando de los Ángeles. Además, gracias a mí llegó el tema a sus manos, no es que yo me quiera cachiporrear, pero la realidad fue ésa; entonces, más los apoyaba. Así que yo juntaba todos los sobres que la gente depositaba en el buzón, más todos los sobres del curso, del colegio, así que te imaginas que conseguimos cualquier cantidad de votos para Los Ángeles Negros.

PLATILLOS RUMBO AL ALTAR

Cuando tocó ir al concurso en la radio en Chillán, yo acompañé a los chiquillos llevando los sobres. Es más, como estaba la competencia con Los Cangrejos, supimos que me iban a raptar en el camino para que yo no llegara a La Discusión con los votos. Afortunadamente eso no pasó y Los Ángeles Negros ganaron.

Dentro de todas las cosas que uno hace de juventud, recuerdo que hice una manda para que ganaran. Yo era su fan número uno, no te digo que era su mánager, sino que era la primera persona que estaba ahí dándoles apoyo, no me perdía ensayo. Como éramos amigos y compañeros de curso, bueno, la manda era que si ganaban yo caminaría desde la casa de Germaín de la Fuente, que vivía en la quinta de recreo El Parronal, con los instrumentos a cuestas, hasta la Virgen en la carretera, como a unos tres kilómetros. Por supuesto, los chiquillos me acompañaron y llevamos lo que podíamos llevar, los platillos y otras cosas.

Resumiendo, ellos ganaron el concurso. El premio fue grabar un disco. Quien grabó primero con ellos fue el Indis, un sello chico de un señor que les grabó sus primeros 100 discos. Por supuesto que nosotros los compramos, nunca habíamos vendido en la tienda de mi papá tantos discos como en aquella oportunidad. Después se fueron a grabar a Santiago y a la Emi Odeón, si no me equivoco, y comenzaron a triunfar. Cuando regresaron a San Carlos había que recibirlos y yo me acerqué a todo el comercio: pedí una cooperación y les di una bienvenida, hablé con los taxis, con la mayor parte de gente que tenía auto y los fuimos a esperar a la estación de trenes. Hicimos una caravana, y con unas personas que me ayudaron les preparamos un cóctel en la cancha del Club Deportivo Unión. Los esperamos con sándwiches, canapés, ponche y bebidas. Fue la emoción de San Carlos recibir a un grupo que se hacía famoso, después de muchos años que no habíamos tenido nada que nos diera a conocer como sancarlinos.

Después, con el tiempo, los hicieron hijos ilustres en la municipalidad, y yo ahí recibí un diploma de reconocimiento por todas estas cosas, que incluso lo tengo, firmado por ellos, no sólo por lo que había hecho, sino por la amistad que nos unía, por todo lo que habíamos vivido y pasado juntos, porque fue un momento de alegría, sobre todo para mí, para todos los sancarlinos, para toda la juventud de ese tiempo.

*Publicado en la sección "Casi famosos" de La Cultura Domingo, suple de LND, a raíz del preestreno del documental de Jorge Leiva y Pachi Bustos sobre la mítica agrupación proveniente de mi pueblo, San Carlos.

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