martes, 13 de noviembre de 2007

Los negocios de Andrés Navarro en la era Lagos

El ex presidente Ricardo Lagos responsabilizó a Sonda, empresa de Andrés Navarro, de las fallas del Transantiago (nota para extranjeros: sistema "revolucionario" de transporte público que devino en fiasco y nos tiene hasta el cuello). Andrés Navarro le respondió a Lagos acusándolo de "desleal". Además, en su declaración ante la comisión investigadora del Transantiago, Navarro dijo sentirse dolido porque fue uno de los financistas de la campaña presidencial de Lagos. Acto seguido el laguismo acusó a Navarro de "chantajista". Quién sabe. Lo cierto es que Navarro hizo importantes negocios con el Estado durante el período de Lagos (2000-2006) y durante las administraciones concertacionistas que le precedieron.

Su historia con Lagos comienza en 1993. Ese año, a través de Sonda Navarro facilitó la tecnología para las primarias entre Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Lagos. Lo hizo “a precio de costo”, me contó un experto electoral de la Concertación. El ’99, tras la derrota de Andrés Zaldívar a manos de Lagos, se integró al grupo de empresarios que apoyaron la campaña presidencial de Lagos contra Lavín. El denominado “grupo de empresarios democráticos” que ha financiado las campañas de la Concertación, como el mismo Navarro ha reconocido.

En varias oportunidades, Navarro ha dicho que fundó su empresa porque no quería trabajar en el Estado. Paradójicamente, su primer gran cliente fue el Estado y hoy sigue siendo uno de los más importantes. Actualmente, Sonda cuenta con más de dos mil empleados y se ha convertido en una máquina para ganar licitaciones fiscales. De hecho, el 25% de sus negocios es con los Estados de Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y Chile, pese a las críticas de algunos que apuntan a que Sonda ha perdido el “hambre” innovador de los ’80, época en la que lideraba el mercado informático local.

En nuestro país, la compañía de Navarro implementó el sistema de modernización de Fonasa y en 2001 ganó por ocho años una jugosa licitación de 80 millones de dólares para producir la nueva cédula de identidad del Registro Civil. La adjudicación no estuvo exenta de baches y críticas respecto al nivel de seguridad del documento elaborado por Sonda, pero prosperó. Al respecto, un alto dirigente de la Concertación me explicó que cuando Navarro postula a una licitación del Estado es muy difícil ganarle: “Defiende sus posturas con uñas y dientes. Tal como lo hizo en esa licitación”.

Sonda, además, puso en marcha el sistema de control de tráfico en Santiago. Obtuvo la licitación del sistema estatal de compras públicas por Internet Chilecompra. Organizó el sistema de apoyo informático a los fiscales (SAF) en el contexto de la reforma procesal penal, la digitalización de los mapas del Instituto Geográfico Militar, y la base de datos del Servicio Electoral.

El único punto negro en el desarrollo empresarial de Sonda, antes de su entrada al Transantiago como proveedor de la solución informática del sistema de transporte, se hizo público el año 2005. También tiene que ver con el Transantiago. En aquel entonces el ingeniero Roberto Sone presentó una demanda por 390 millones de dólares contra la empresa de Navarro y el consorcio de bancos que se adjudicó la administración financiera del Transantiago (AFT) por usar la tecnología de las “tarjetas inteligentes” que Sone habría desarrollado en su empresa TIMM, en la que participaba como socio junto al millonario mexicano Carlos Slim.

*Sobre el Transantiago: recomiendo leer "El recorte que mató al Transantiago"

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