El plan para desterrar a los díscolos y controlar la plantilla electoral
El ex mandatario, quien ayer envió una carta condicionando su candidatura presidencial a muestras de "lealtad" y "orden" en la Concertación, ha manifestado en diversas conversaciones que habría que deshacerse de los "indisciplinados". El tema pasa porque le den carta blanca para elegir quienes son los candidatos al parlamento. Cuestión aprovechada por Eduardo Frei ayer, quien se juntó con los díscolos y "valoró" sus posturas, en un paso más por diferenciarse de Lagos y su "estilo autoritario", según dicen. Sigue leyendo
4 comentarios:
Me gusta tu blog, Miguel. Aunque podamos no coincidir en muchas cosas, debo asegurarte que me mantienes muy informado, y eso se agradece.
Este señor es un verdadero "dictador intelectual". Se va del país y estando lejos manda cartas, da órdenes, intenta exterminar los pensamientos de otras personas.
Lo odio.
No odies que hace mal. Gracias por tu comentario, Chuqui.
Salu2
Chuqui:
Si pues , no odies ya que te hace equivocarte... el término "dictadura intelectual" no existe.
El señor Lagos no tiene super poderes , a no ser que los electores se los otorguen y tampoco es inmune, cacterísticas fundamentales para ser dictador..
Ah otra cosa ¿ qué político en este país no intenta permanentemente de exterminar los pensamientos de los demás?
Y si necesitas odiar, odia a la clase política chilena en su conjunto por su mezquindad, falta de tolerancia, hipocrecía y principamente su incoherencia...
Saludos
Paula
@Paula, algunas aclaraciones:
- Bueno, si no existe ese término, yo lo acabo de inventar, jaja.
- No es cierto que todo dictador sea inmune. Pinochet no fue inmune a la justicia de España/Inglaterra, pero eso no le quita el calificativo de dictador ;)
- Hay muchos políticos que NO intentan exterminar los pensamientos de los demás. Un solo ejemplo: Joaquín lavín.
- No es que necesite odiar, pero por culpa de la omisión de Lagos, yo fui duramente maltratado (psicológicamente) durante su gobierno. Entonces tengo mis razones para odiarlo, ya que él sabía lo que ocurría en el Comité de Inversiones Extranjeras (yo mismo me encargué de hacérselo saber).
Un abrazo.
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