Cicco, periodista argentino reconocido por su estilo gonzo o border, se manda esta confesión "inconfesable" sobre los secretos del periodismo y de cómo se inventa un "boom". Un extracto:
No importa en qué medio, ni en qué época, siempre les tuve miedo a mis jefes. En especial, cuando vuelven de una reunión de sumarios, es decir, un miting donde se debaten las ideas periodísticas, el gérmen maldito de lo que más tarde se convertirá en un artículo hecho y derecho. Es decir, en la verdad impresa, lo que usted considera la realidad de todos los días.
Los editores suelen ser gente que vive encerrada, mirando la tele y leyendo a la competencia, gente envenada, contracturada, mal dormida, con problemas de hipertensión y tabaquismo. Como les decía, se puede esperar cualquier cosa de una reunión de editores. Pero lo peor que se puede esperar es que emerja de allí una nota de fantasía, una nota inventada sin pies ni cabeza, algo que nunca vas a ver mencionado en ningún manual de periodismo. ¿Y cómo nace una nota inventada? Es una hipótesis que se le ocurre al jefe máximo –es decir, al director que suele vivir más encerrado y más envenenado que todos los demás- y tu tarea es poner a prueba ese disparate por todos los medios posibles.
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