martes, 21 de abril de 2009

Piñera y una verdad incómoda

Por Arturo Arriagada

Para representar las diferencias entre aquellos que se atienden en el sistema de salud público y las clínicas de cota mil, Piñera cometió un error al utilizar como ejemplo a Ema Velasco. Si en el Chile actual todavía no somos todos iguales, el desafío para Piñera es explicar de qué forma va a revertir esa realidad en caso de llegar a La Moneda.

"La hija del ministro Velasco, Emita, si no hubiera sido hija del ministro Velasco, se habría muerto". Con esas palabras, Piñera abrió ese doloroso baúl de las diferencias sociales que tan bien retrata la película Machuca. Hasta el día de hoy, Pedro Machuca seguiría sin tener las mismas oportunidades que su amigo Gonzalo Infante. Al intentar poner en la agenda un tema sensible como la salud de los chilenos, Piñera acierta en su pega como candidato. Pero ya que está mucho mas cerca de los Infante que de los Machuca, el candidato de la Alianza se equivoca en su lectura para empatizar con las ansias de igualdad de oportunidades de los chilenos.

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