jueves, 21 de abril de 2005
Entrevista Dj Vadim II
Tor(n)eando a DJ Vadim:
UNA FIESTA CON MENSAJE
Por Miguel Paz / Super45.cl
Es ruso pero vive en Inglaterra. Es dejota pero le entusiasma más hablar de política. Está al otro lado del teléfono pero lo escucharemos el sábado. Es Vadim. Un viajero empedernido que al contar de sus correrías por Latinoamérica y sus colaboraciones con grupos de los cuatro puntos cardinales del planeta sigue pensando que la música es una celebración y que detrás de las tornamesas gira algo más que un par de discos. Aquí, un dj de hip hop experimental, abstracto, gozoso e investigativo habla poco de música y más de la vida. Se agradece.
—Tu primer show en Chile en el Teatro Alameda fue un gran concierto.
—Bueno, ese show hace tres o cuatro años era apenas el segundo show que habíamos hecho juntos con Yarah Bravo. Y desde entonces hemos hecho algo así como cuatrocientos shows juntos.
—Ella es tu esposa y es mitad chilena. Recuerdo que entonces la presentaste como una promesa femenina del hip hop. Se ríe.
—Sí, y ahora tenemos un grupo llamado One Self (http://www.one-self.net/) con Blu Rum 13, un MC de Washington DC. Con ellos estamos trabajando en nuestro primer disco que saldrá en junio por Ninja Tune. Se llama Children of possibility.
—¿Qué sonido tiene One Self? Eres conocido por investigar mezclas.
—He trabajado con muchos músicos de Brasil, Cuba y Venezuela; de la India, África y Europa. Entonces, mi inspiración pasa por el lado de mezclar mucha música tradicional con mi propia manera de hacer hip hop. Pero la manera más fácil de saber como suena One Self es ir al sitio web. De ahí puedes descargar tracks. También de mi sitio personal.
—¿Cuán saludable está el arte del tornamesismo hoy?
—Está pasando algo muy interesante: hay muchos dj´s muy buenos, que están usando las tornamesas para crear ideas diferentes de manera colectiva, lo que empuja la escena musical más allá de sus límites. Dj´s como Beat Junkies y otros que mezclan hip hop con reggae y drum and bass, y todo tipo de estilos y sonidos, creando nuevos scratches para hacer algo progresivo. —La primera vez que pinchaste discos en Chile fue acompañando a 7 Notas 7 Colores. ¿Qué tan cierto es que volverán a reunirse? Mucho Muchacho ha hablado al respecto.
—He hablado con él bastante las últimas semanas y él quiere hacer no una reunión; más bien quiere que le produzca el álbum, así que lo estamos hablando. Es verdad.
—¿En qué otro proyecto estás ahora?
—Estoy trabajando con Paco Mendoza. Él es increíble, ¿sabes? Es mitad peruano, mitad paraguayo y vive en Alemania. Él es muy político y poético, un poco como Manu Chao en el sentido político pero mucho más una versión reggae. El reggaeton según Vadim
—¿Conoces a El General?
—No.
—Es un cantante panameño de principios de los 90 que mezcló algo de hip hop con sonidos caribeños.
—¡Aaaah! El famoso reggaeton.
—De eso quería preguntarte. El reggaeton deriva, entre otros, del General, luego del puertorriqueño Vico C y ahora una larga lista de grupos que están causando revuelo en Estados Unidos y Latinoamérica. ¿Qué piensas del fenómeno?
—Ocurre lo mismo todos los años. Siempre hay una nueva música que aparece y hay un gran revuelo y todos se entusiasman con que es lo mejor y bla, bla, bla. Pero el año siguiente aparece otra cosa y otra cosa y se te olvidó. En el reaggeton hay algunas cosas interesantes que me gustan pero hay otras que no.
—¿Qué cosas te atrae investigar aparte de estar con One Self?
—Bueno, lo que te contaba antes. Trabajo con Paco Mendoza y su hermano, Caramelo, y para mí son mejores que Vico C y mejores que toda esa gente pero como no son de Puerto Rico nadie los conoce. Son increíbles en el flow (rima), la voz, en su ritmo y el mensaje.
—Es otro punto de vista también. ¿Tu trabajo con Mendoza busca proponer una fiesta con mensaje?
—¡Exacto! El problema con alguna de la música de Puerto Rico es que es sólo “mueve tu culo”, “dámelo papito” y ese tipo de cosas. Es cool por un rato, ¿sabes? Pero no quiero escuchar un disco completo de “mueve tu culo”. También necesitas mover tu cerebro, necesitas “something más profundou” —dice Vadim usando una de las palabras en castellano que conoce—. Es importante tener un mensaje social. Es por eso que me gusta Paco Mendoza, porque hace algunas canciones con contenido social, otras que son políticas y otras que son for the fiesta.
—En la línea de KRS1 y su filosofía de “edutainment” (educación + entretenimiento).
—Exacto. A eso me refiero.
"No hay excusa para el hambre"
Dj Vadim no sólo vive de y para la música. El haber nacido y crecido en la Unión Soviética, el haberse conectado con la realidad de diferentes países a través de sus colaboraciones con músicos y su esposa Yarah, le dieron una preocupación especial por los problemas políticos y sociales de los países del Tercer Mundo. "Hay muchas cosas muy serias que están ocurriendo en el mundo de las que no podemos olvidarnos: los derechos humanos, la opresión en algunos países, etc. Obviamente, al ser de Chile sabes de estas cosas", argumenta.
En su sitio web oficial (http://www.djvadim.com/), el dejota destaca el trabajo de organismos como Amnistía Intenacional, Oxfam y Make poverty history (convierte la pobreza en historia), una campaña mundial que reúne a más de 300 ONG del mundo para convencer al grupo de los ocho países más ricos del mundo (G-8) para que condonen la deuda externa de los más pobres.
—¿Qué tipo de involucramiento tienes en Make poverty history?
—Cada día mueren 30 mil niños debido a la extrema pobreza. Por eso soy parte de Make poverty history —dice Vadim con cierta indignación. El músico es apenas uno entre las decenas de artistas que se han sumado a la campaña. Otras celebridades del mundo del espectáculo, como el líder de U2, Bono Vox, el rapero Sean “P. Diddy” Combs, los actores Brad Pitt y George Clooney y la modelo Kate Moss, entre otros, utilizan su imagen y convocatoria para ejercer lobby ante los gobernantes del G-8.
La importancia de la campaña para Vadim radica en la cercanía de la cumbre del G-8, que reunirá a los gobernantes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia en Escocia en julio próximo. “No es una campaña para conseguir dinero”, apunta el dejota ruso. Para él, otra de las gracias de Make poverty history es que, “es una campaña de gente y sobre gente para difundir esta situación e influir en los gobiernos del G-8 para que consigamos una cuestión de importancia histórica, como lo es terminar con la hambruna, con la gente que no tiene acceso a la educación o al agua potable”, explica. “Por eso, estoy ciento por ciento con la campaña. No hay excusa para tener eso en el siglo XXI. Hay suficiente comida para todos y debemos eliminar la pobreza, una situación provocada por el propio hombre”.
—Oxfam denuncia la apropiación corporativa de semillas y alimentos del Tercer Mundo. Hay transnacionales de comida que patentan los productos y generan un monopolio empobreciendo más aún a los campesinos.
—Claro. Por ejemplo, el otro día estaba viendo un documental sobre una compañía norteamericana que estaba comprando los derechos de empresas de agua potable en Perú, Bolivia y Ecuador, y resulta que por eso la gente de esos países no tenía acceso al agua potable. —¿Por qué?
—Porque lo que cobran las compañías, que para mí en Inglaterra puede ser muy poco, quizá treinta centavos o lo que sea, para una persona en Perú es como veinte dólares. ¿Quién puede pagar eso si es pobre? ¡Eso no está bien! Make poverty history se trata de romper con esto. Que la gente vaya al sitio web (www.makepovertyhistory.org), vea los videos, corra la voz y le escriba a sus autoridades.
—¿Crees que la campaña logre su propósito?
—No sé si alcanzaremos todas las metas pero es una campaña que va en la dirección correcta, que denuncia el sufrimiento que inflingen organismos como el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio a los países pobres. Es una cosa muy relevante y voy a hacer todo para que lograrlo. El súper poder de EE.UU.
—Vives en Londres desde 1979, ¿qué relación tienes con Rusia? ¿Vas para allá a veces?
—Sí. Voy bastante a discjockear y mis abuelos viven allá.
—Es un país que tampoco lo pasa muy bien actualmente.
—Las cosas están cambiando. En los últimos años he ido mucho a Latinoamérica, conozco mucha gente allá que antiguamente miraba hacia la Unión Soviética y el comunismo con agrado. Por el mensaje del comunismo, ¿sabes? Pero incluso en los tiempos del comunismo las cosas no estaban bien. El comunismo en Rusia era un gran ideal para construir una sociedad mejor pero los hombres no fueron capaces de estar a la altura de esos ideales. El Ché Guevara fue uno de los que vio eso cuando fue a la Unión Soviética y volvió desilusionado a Cuba y criticó el régimen ruso. Ésa fue su caída en Cuba y se enemistó con Fidel Castro y debió irse a Bolivia.
En Rusia siempre hubo problemas con el poder: la gente que abusaba desde el poder y después con la Unión Soviética intentando invasiones en Angola, Afganistán, igual que los americanos en Vietnam. Ahora miro hacia atrás y me acuerdo de la Unión Soviética y veo que su desaparición generó un vacío de poder. Tenemos un súper poder único, los Estados Unidos, un gendarme mundial auto designado al que nadie puede pedirle explicaciones. Por ejemplo, la guerra en Irak: fue una guerra ilegal, ¿pero quién va a parar a los gringos? El gobierno americano está quebrado, ¿pero quién va a cobrar la deuda? Es imposible. Entonces, para responder tu pregunta: siento un poco que la Unión Soviética ya no exista, porque falta el contrapeso a Estados Unidos.
—Hay algo de revival de la URSS en tu trabajo. Los nombres de tus dos primeros discos (USSR Repertorie, Ninja Tune, 1992, y USSR, life from the other side, Ninja Tune, 1999) y su gráfica homenajean el estilo soviético de los años 30.
—Sí, es verdad, tienes razón. Me gusta mucho la gráfica de la Unión Soviética, de Rusia, especialmente el estilo de los años 20, 30 y 40. Los colores: el amarillo, el negro, el rojo... Además, con eso doy una declaración bastante directa.
—¿Has considerado musicalizar clásicos rusos de la época muda, como El Acorazado Potemkin?
—¿Sabes? Hace tres semanas hice un show en Varsovia, Polonia, donde le pusimos la música a una película en blanco y negro. No era un filme ruso, era uno francés de 100 años de antigüedad. ¡Fue una experiencia grandiosa!
—¿Qué prometes para el concierto de este sábado?
—Antes que todo espero que la gente venga y lo pase bien. Cuando pincho discos me gusta hacer a las personas bailar, que se muevan, toco canciones y sonidos nuevos. La idea es la música como una gran celebración de que estamos vivos. Cuando estoy en las tornamesas pongo hip hop, reggae, funk, jungle. ¡Toco de todo! Es una buena fiesta pero además como vengo con Yarah Bravo vamos a hacer un show que tocará algunos de los aspectos de los que hemos hablado. Algunas canciones tendrán contenido político, otras más sociales. Idealmente, será un show balanceado entre un live act con Yarah, y yo y mis tornamesas.
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1 comentario:
hola... pasaba a ver qué onda... gracias por poner la entrevista... salutes!
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