domingo, 9 de octubre de 2005
Entrevista Pedro Barria / Isapres
El abogado que le pega en las canillas a las Isapres
AFIL(I)ADOS
Pedro Barría fue el primero en ganar un recurso judicial a una aseguradora de salud. Desde entonces asiste a personas que reciben un “no” de su Isapre cuando hay que pagar un tratamiento, o que ven cómo sus beneficios médicos se reducen. Asegura que el sistema es malo y se pregunta por qué el Congreso no ha hecho nada por mejorarlo en 15 años. Diga 33.
Por Miguel Paz / La Nación Domingo (9 de octubre de 2005)
En un sofá de la oficina del abogado Pedro Barría duerme una niña que necesitó recibir una rinoplastia, debido a una meningitis. Su padre cuenta que son de Puerto Montt. Que a su hija la operaron en el hospital Barros Luco. La intervención costó 15 millones de pesos, de los cuales la Isapre ING se comprometió a pagar 10. Los padres de la niña consiguieron el resto del dinero haciendo rifas, colectas y malabares entre parientes y vecinos. Pero ahora la Isapre se niega a solventar la suma. Ofrece cinco millones.
“Dicen que la carta que nos mandaron al principio estaba mal hecha y que por eso no van a pagar más”, explica el hombre. Él, que nunca ha estado hospitalizado ni ha padecido enfermedades graves durante los 10 años que lleva vinculado a la institución, hoy necesita el seguro médico más que nunca. “Les dije que entablaríamos acciones judiciales y me respondieron: ‘Hágalo no más. Tenemos buenos abogados’”. Por eso este padre de familia está aquí, “para que pague la Isapre”, dice y mira a su hija, que sigue durmiendo.
Ella, que no entiende de planes de salud con tope, reducción de coberturas hospitalarias y beneficios a cotizantes, ni de índices de riesgo por tramo de edad, es una carga que la Isapre no está dispuesta a aceptar, pese a las enormes ganancias que registraron en el último período contable.
Pedro Barría, uno de los pocos abogados que se enfrenta en tribunales a las Isapres, asegura que hay centenares de situaciones como el de esta familia de Puerto Montt. “Son casos en que las compañías se niegan a dar cobertura, o rechazan aplicar el seguro catastrófico. También hay otros de expulsión de afiliados a las Isapres. En realidad, todos los casos son dramáticos. Está involucrada la vida de personas, la necesidad que tiene un niño de hacerse una operación urgente, o de hospitalización en la casa porque es prematuro y no puede estar en el hospital, ya que allí puede contagiarse de infecciones. Entonces, la Isapre paga por un año o dos y de repente se aburre y dice: ‘No, me está saliendo muy caro, hasta aquí no más’. Ahí, viene la gente, presentamos un recurso de protección en la corte y generalmente nos va bien.
-Usted dice que una de las falencias de la Ley de Isapres es que permite que reajusten el valor de los planes de salud las veces que quieran.
-Es un problema de concepción jurídica. Los contratos son acuerdos de voluntad entre partes. Y el contrato de seguro de salud también. Se supone que un contrato de este tipo se pacta y queda así de por vida. No se puede modificar, salvo por acuerdo de ambas partes. Pero en la Ley de Isapres eso no ocurre. A la Isapre se le dio la facultad de aplicar un reajuste o modificar el contrato una vez al año, quebrando el equilibrio propio de un contrato y beneficiando a la parte poderosa.
-¿Cómo así?
-Hay contratos en que la libertad contractual está limitada para proteger a la parte débil. El mejor ejemplo es el contrato de trabajo. Aunque el obrero o el empleado esté dispuesto a trabajar sin vacaciones, 120 horas semanales, a ganar 50 mil pesos mensuales, la ley lo prohíbe porque se hizo para proteger al trabajador. El derecho siempre ha reconocido que el equilibrio en un contrato se puede romper, pero a favor del débil. En el caso de las Isapres, el equilibrio se rompió para proteger a un grupo súper poderoso, que tiene utilidades extraordinarias y se está expandiendo por todo el mundo.
JUBILACIÓN POR ISAPRE
-¿Qué falla?
-La ley y el legislador. La Ley de Isapres fue modificada los años 95, 99 y 2004. En las tres ocasiones no se eliminaron las facultades unilaterales de revisión anual de los contratos por parte de las Isapres.
-¿Por qué?
-Esa es una pregunta que deberían responder los parlamentarios y las autoridades de Gobierno. Personalmente fui al Congreso y les presenté este ejemplo de cómo una persona con un 10% anual de reajuste, parte pagando 100 mil pesos por su plan de salud y termina pagando 2,5 millones al cabo de 18 años.
-¿Ese cálculo lo hizo en base a qué?
-En base a mi caso personal. Tengo 54 años y pago 100 mil pesos de Isapre. A los 72 años estaré pagando 2,5 millones.
-¿Y su jubilación de cuánto será a esa edad?
-A los 72 años podría tener una jubilación probable de 400 ó 500 mil pesos. Entonces, ¿voy a estar destinando más de cuatro jubilaciones a pagar la Isapre? ¡Es ridículo!
-¿Cuál es la solución, entonces?
-En un seguro es lógico que una persona a medida que vaya aumentando su siniestralidad pague más. Pero no debiera aumentar más de 3,5 veces a lo largo de su vida. Las Isapres, aun así, ganarían dinero. Por otra parte, la ley nunca ha asumido crear un fondo del afiliado que lo proteja en su vejez. Si yo hasta los 40 años no me enfermo de nada y estoy pagando a la Isapre, soy puro ingreso. ¿Por qué una parte de ese ingreso no va a una especie de fondo de ahorro que permita cubrir las contingencias de la vejez?
TRAJE A LA MEDIDA
-¿Fonasa hace competencia desleal?
-Es al revés. Son las Isapres las que compiten en forma desleal con Fonasa. Si Fonasa no estuviera como receptáculo de todos los afiliados viejos que se van de las Isapres porque ya no pueden pagar más, las Isapres no podrían deshacerse de ellos. Fonasa opera como un subsidio de las Isapres que renuevan su cartera con afiliados jóvenes y sanos.
-¿Cómo lee el hecho de que 12 mil personas renunciaran a su Isapre para irse a Fonasa?
-No es un peligro para las Isapres porque éstas cargan esa plata -que pueden estar eventualmente perdiendo- a la gente. Por lo demás, los afiliados financiamos las inversiones de las Isapres sin recibir nada a cambio. No se ha hecho un estudio sobre de dónde salen los fondos con que las Isapres invierten. Entre el año 96 y el 99 aplicaban reajustes del 30%, 50%, 100%, 200%... e invirtieron en clínicas, abrieron negocios en Argentina, Colombia y Ecuador. No sólo negocios de salud y clínicas, sino negocios de cualquier tipo, funcionando como verdaderos inversionistas. Eso siguió hasta que yo gané un recurso el año 2000 y comenzó a surgir conciencia.
-¿Por qué cree usted que la Superintendencia de Salud no tiene un ranking que diga qué Isapre es mejor?
-No sé la razón. Pero la solución no va por ahí. La persona no saca nada con cambiarse de una Isapre a otra. Va a caer en la misma hoguera en la otra Isapre con el tema de los reajustes anuales, en el tema de beneficios, etc. El sistema fue diseñado el año 81 por autoridades de los Ministerios de Salud y de Hacienda, y nunca nadie ha estudiado cuántas de esas autoridades fueron miembros de los primeros directorios de las Isapres. Sería interesante verlo, porque a lo mejor fue un traje a la medida que se hicieron desde el Gobierno para llegar a las Isapres. Lo grave de eso es que llevamos 15 años de Parlamento democrático y nunca se ha hecho nada. Eso es lo que hace que los afiliados estén en el más absoluto desamparo. Mientras tenga fuerza, agárrese de la tabla para que flote, porque de repente se le van a acabar las fuerzas, se va a hundir y se va a ahogar.
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1 comentario:
DEFENSA GATUITA ANTE LAS ALZAS DE LOS PLANES DE SALUD.
Mayor Información:
www.aburto.cl/11_isapres.htm
CONTACTO:
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