lunes, 27 de marzo de 2006

Entrevista / Sergio Bitar


Sergio Bitar y la exclusión de su partido en los puestos clave

“ESTOY EN LA VIDA PÚBLICA HASTA QUE ME MUERA"*
(*Título y edición by mis superiores)

En el poder no hay amigos, sólo aliados. El ex ministro de Educación, que quedó fuera de La Moneda, ya está en otra. Su nombre suena para conducir el PPD. Entretanto, se deja querer, le pone nota a la Mandataria, dice que no hay Gobierno ciudadano sin partidos, habla de Bolivia, critica el “carguismo” y analiza el nuevo mapa del poder en los medios. ¿Quién dijo que quedó picado?


Por Miguel Paz / La Nación Domingo (26 de marzo de 2006)

-¿Se sintió damnificado cuando Bachelet no lo incluyó en el gabinete?–Ella dijo “ningún ministro de Lagos estará en mi gabinete”.

–La Presidenta aclaró después que ningún ministro se repetiría “el mismo plato”.
–Plato o no plato. Cada uno tiene su apreciación. No puedo pensar que un ministro se sirvió un plato, ni que el gabinete actual se esté sirviendo un plato. Tal vez fue una expresión popular para dar a entender que no habría ministros de Lagos en su Gobierno. Una Presidenta tiene que cumplir su palabra. Y ella lo ha hecho.

–Su renuncia al Ministerio de Educación para integrar el comando de Bachelet tuvo un costo político para el Gobierno y para usted, que finalmente quedó fuera del gabinete.
–Cierto. Pero en política siempre hay costos. Y si la candidata te llama y te pide: “Sergio, quiero que vengas a colaborar conmigo en la campaña y te hagas cargo de toda la coordinación”, es un privilegio y un honor. Haber participado en la conducción de la campaña y lograr que obtuviéramos una diferencia de siete puntos es un gran logro que no imaginábamos cuando nos incorporamos a la campaña, en aquella semana negra después de la primera vuelta. De manera que como político me encuentro muy satisfecho. Bachelet hizo lo que tenía que hacer. Me lo ha dicho con mucha franqueza y cariño: le dolió tomar esa decisión.

–Pero su exclusión es como hacer el servicio militar, portarse bien, ser la primera antigüedad y quedar fuera de la graduación.
–¡Uno no se porta bien! No me porté bien o mal cuando luché contra la dictadura, ni cuando fui senador, o presidente de partido, cuando fui ministro de Allende, o de Lagos. Respondo a lo que considero que es bueno para mi país y a una vocación. Lo que me interesa es que al Gobierno y a Chile les vaya bien. Ahora, quiero decirte una cosa: el que anda buscando cargos sufre porque no todos caben y, segundo, cuando dejan los cargos se sienten que los despojaron de algo que les pertenecía intrínsecamente.

SÍNDROME “POSTPOWER”

–Hay una cita, usted debe conocerla, que dice que uno se da cuenta que perdió el poder cuando ocupa el asiento de atrás del auto y éste no se mueve.
–Claro. Eso hay que tenerlo muy presente. Los cargos son pasajeros. Tú vales por lo que eres, no por el cargo que tienes. El que cree que lo que vale es el cargo y anda en su búsqueda no tiene visión de Estado, ni mirada a largo plazo, ni dura mucho en política. Además, cuando se le acaba el cargo se deprime o no tiene nada que hacer.

–¿Usted anda deprimido?
–No. En mi caso, felizmente, estoy en la vida pública hasta que me muera.

–¿Habló de eso en su encuentro con la Presidenta la semana que pasó?
–Me siento muy contento con la franqueza de nuestras conversaciones, por la claridad de lo que hay que hacer para adelante. Y en lo que pueda colaborar, colaboraré. Eso es lo más importante. Ahora, ¿desde dónde se puede hacer política? Ese es el gran tema. En mi caso, si he sido senador, presidente del PPD y ministro, ¿voy a vivir toda la vida en eso?, ¿siempre?, ¿no puedes hacer política de otra manera?, ¿desde los partidos?, ¿desde la academia?, ¿desde las organizaciones sociales o empresariales? ¡Se puede!

–Entiendo que Bachelet le ofreció la Embajada de Washington y usted no aceptó.
–Esos temas son absolutamente privados. No me puedo referir a eso.

–¿Le sorprendió que Ricardo Solari tampoco fuese incluido en el gabinete?
–Solari es un gran político. Hay que entender que su decisión de decir “voy a dejar el Ministerio del Trabajo para ir al comando”, dejando casi un año de ser ministro, es una decisión corajuda de un tipo que pone por delante los deseos de que una mujer como Michelle Bachelet pueda tener más apoyo en un momento delicado. Te aseguro que está muy contento de lo logrado. ¿De qué puedes estar más contento tú: del cargo que ocupas después o haber contribuido a que gane Bachelet? ¿Qué es mejor?

–Dígamelo usted. Solari es conocido por sus dotes políticas y capacidad para operar. Cuesta creer que esté contento, considerando que fue uno de los primeros en proponer a Bachelet como candidata.
–Eso no significa que sea un operador. Es un visionario. Solari está bien. Está tranquilo. Además, hay que dar el ejemplo. Chile es un país “carguista” por naturaleza.

EL PPD INCÓMODO

–El PPD salió desvalido de la repartición de los puestos clave del Gobierno. ¿Preocupa el tema en su partido?
–Es un tema y una preocupación. El PPD se siente incómodo. Se siente con un trato que no fue a la altura –no en número, sino en presencia y en imagen– de lo que significa por su contribución a la Concertación, el tamaño de su bancada, la disposición de acción temprana siendo el primer partido que proclamó a Michelle Bachelet. Esa no es mi opinión, es una constatación. Y eso hay que mirarlo y subsanarlo porque no hay que olvidarse que se hace campaña en poesía, pero se gobierna en prosa. Tienes que entenderte con los partidos y con los parlamentarios, te guste o no. Esa relación es clave.

–Una relación que puede verse afectada con los parlamentarios.
–Ningún parlamentario es tonto. Cada uno tiene sus visiones. Los dirigentes también. Este concepto de Gobierno ciudadano es un punto importante para reflexionar, pero no se puede poner una dicotomía entre lo ciudadano y lo partidario. Los partidos tienen que expresar lo ciudadano, porque no hay gobiernos ciudadanos sin partidos. Esa es una mirada angelical de la política.

–¿Qué va a pasar con su candidatura a la presidencia del PPD?
–No la tenía contemplada. Así se lo manifesté a algunos amigos cuando me lo plantearon cuando era ministro y, después, en la campaña.

–¿Pero está dispuesto a ser candidato?
–Mi decisión es que voy a destinar tiempo a mi partido. Por mil razones. Entre otras, porque creo que los partidos son el riñón de la democracia. Por lo tanto, tienen que ser buenos. Voy a trabajar en eso y voy a apoyar, no necesariamente desde la presidencia. Sin embargo, si el tema se plantea, estoy dispuesto a escuchar y ver si hay un programa. He dicho que quien sea el presidente tiene que tener un equipo conversado, con un respaldo amplio, con base en un programa de tres o cuatro materias claves para los próximos dos años. De lo contrario, caemos de nuevo en el juego cupular y en el desgaste inútil de lucha de figuras y de nombres, sin contenido.

–¿Cuál debería ser el camino a seguir por el PPD?
–El PPD tiene un tremendo potencial, a pesar de sus debilidades, de situarse en la Concertación con todo lo que es la herencia de Ricardo Lagos, y toda la proyección de Michelle Bachelet. Pero eso va a ser sobre la base de que haya acuerdo en puntos fundamentales y que haya equipos formados. Si no, se van a cometer errores y no estoy para algo así. Si las cosas se dan y hay un grupo muy grande que cree que puedo servir en una posición u otra, lo veré.

–¿Es candidato a la presidencia del PPD o no?
–(Riéndose) No he ido más lejos de lo que he dicho, y lo que he dicho está claro.

–De uno a siete, ¿qué nota le pondría al actuar del Gobierno esta semana?
–Michelle Bachelet está muy cerca del siete. Ella está inundando con un perfume de alegría este país y está instalando un sentimiento más relajado en las relaciones. Tú lo ves en sus salidas a terreno, en el gesto de la Fuerza Aérea, la visita a Argentina, el mismo acto que hubo cuando ella asumió, las bandas presidenciales de las mujeres en las calles, todos esos son elementos...

–Que son todavía parte de la poesía y no de la prosa.
–Sí, pero también implica un cambio cultural. Ahora, me preocupa la desmesura en las expectativas, porque los gobiernos tienen que alinear expectativas con realización, pero no quiero decir otras cosas que me preocupan hasta no ver tres o seis meses al Gobierno funcionando.

–Una de las expectativas es que, como la Concertación tiene mayoría parlamentaria, los “proyectos estrella” se aprueben sin problemas. Eugenio Tironi dijo que hay legisladores que son generales con tropa propia y no se van a cuadrar así como así frente al Gobierno. ¿Comparte ese juicio?
–Ay. Con mi larga experiencia en ese Parlamento, te diría que tener mayoría ayuda en lo grueso. Ahora, que el Congreso va a ser un buzón en que los senadores y diputados acogerán todo lo que viene del Gobierno y van a decir que sí porque son concertacionistas, no. Pero estoy seguro que se va a imponer una responsabilidad bastante alta en los proyectos claves, como el de las pensiones. Ojo, eso va a levantar el tema tributario y va a ser un tema importantísimo del debate nacional.

–La derecha se quedó con la presidencia de comisiones como Agricultura, Medio Ambiente, Minería y Energía, y Derechos Humanos, que son claves para algunos proyectos del Gobierno. ¿Fue un error de negociación?
–¿Estás hablando de la Cámara o del Senado?

–Del Senado.
–Pero piensa que la mesa del Senado, la presidencia y vicepresidencia, quedó entera en manos de la Concertación. Pasarle la aplanadora a la derecha es pan para hoy y hambre para mañana. El país funciona con una oposición que sacó más del 40% de los votos, nos guste o no. Mi experiencia es que muchas veces las cosas se mejoran cuando los cambios se sustentan en más gente, porque duran más. Está bien que tengan presidencias. Además, acuérdate que en la sala estamos 20-18, y si alguno de los nuestros hace alguna tontería y lo desafueran por hablar de más... Estamos justos.

–¿Lo dice por Guido Girardi?
–No, no me refiero a ninguno. Digo que no es lo mismo ser senador que ser diputado. Entonces, la forma en que actúas como diputado es distinta. La justicia hoy está planteando con más firmeza el tema del desafuero cuando signifique un uso indebido del fuero.

–Se refiere al caso de Nelson Ávila.
–No quiero referirme a nadie. Son muchos de ellos amigos míos, pero ¡tienen que tener más cuidado! Deben concentrar la lengua en las cosas fundamentales y no en las accesorias para llamar la atención.

EL PPD DE DERECHA

–El columnista César Barros propuso la creación de un PPD de derecha. ¿Qué le parece la idea?
–Me halaga.

–Un partido instrumental que acoja a gente como Juan Claro y su sobrina Cristina Bitar.
–Son toda gente muy inteligente. ¡Ojalá fuera un partido que pensara como el PPD, porque eso me halagaría doblemente! (se ríe).

–En el terreno de la futurología política, si Cristina Bitar fuera candidata a la Presidencia por la derecha, ¿usted votaría por ella o por sí mismo?
–(Ríe y toma aire unos segundos). ¡Ayyy!, es que el día que yo llegue a tener esa posibilidad tal vez no esté en esta tierra; entonces...

–Antes usted lo dijo: ha sido senador, presidente de partido, ministro. ¿No le gustaría ser candidato presidencial?
–Con Cristina nos queremos mucho dentro de la familia. Tanto es así que ella en una entrevista reciente dijo que si su tío iba a candidato a Presidente ella iba a votar por él. La quiero mucho y ojalá le vaya muy bien en lo que está haciendo. Pero no me obligues a mi edad a estar diciendo por quién votaría en unas cosas tan hipotéticas. Ahora, si puedo votar en la nueva organización que ella quiere hacer, lo haría por ella. Cristina lo haría muy bien.

SANDECES DE HERMÓGENES

–Usted, que ha compartido mucho con Agustín Edwards en el directorio de Paz Ciudadana, ¿cómo lee el reemplazo de Juan Pablo Illanes en la dirección de “El Mercurio” por Cristián Zegers?
–He tenido oportunidad de conocer a los dos. Me producen muy buena opinión. Son estupendos periodistas. Más allá que uno esté en la misma línea política o no, y en muchas cosas no lo estoy, la calidad de “El Mercurio” es muy buena y “La Segunda” representa un estilo innovador. Pese a que no me gusta lo que ambos dicen en algunas notas, o las columnas de determinado caballero que escribe una cantidad de sandeces. Pero así es la libertad de expresión.

–¿Lo dice por Hermógenes Pérez de Arce?
–Y en otro diario también hay un señor que tiene página entera y despotrica a diestra y siniestra.

–¿Gonzalo Vial?
–(Sonríe y mira al cielo). No me refiero a nombres, pero tú deduces con rapidez.

–¿Usted es o no miembro del directorio del “Diario Siete”?
–Nunca he sido. He ido a algunas reuniones. Me pidieron apoyo en algún momento y lo proporcioné con la misma ingenuidad que lo hice con el “Fortín Mapocho”, de lo cual no me arrepiento en ningún minuto. Espero que el “Diario Siete” abra un espacio y tenga su nicho.

–Con la designación de Zegers en “El Mercurio”, la pelea con “La Tercera” por ser el referente de la elite será frontal.
–“La Tercera” ha tomado posición, sin duda. Es un movimiento inteligente y es parte de los cambios que ha tenido el país y de una sociedad bastante menos polarizada, con mucho más mirada de futuro. Entonces, los diarios con determinadas posiciones a los cuales estábamos acostumbrados, los ves cambiando y avanzando al centro político.

MES DEL MAR

–¿Qué opina de las conversaciones con Bolivia?

–Chile está llegando a un punto en que puede abordar el tema boliviano con madurez. La gran pregunta es si los bolivianos están preparados para eso. La segunda gran pregunta es si los peruanos están dispuestos a entender que la fórmula de solución también pasa por ellos. El camino básico, estoy escribiendo sobre esto, como senador lo revisé por largos años, he recorrido Bolivia, Perú, para buscar una solución, es retomar las conversaciones Pinochet-Bánzer.

–¿En qué plano?
–Eso sería reconocer que la única vía de solución es un corredor por la frontera y con soberanía para Bolivia, y por lo tanto entrar a revisar las condiciones en que se dio la negociación a mediados de los ’70. No hay temas de la defensa nacional en riesgo. Las mismas Fuerzas Armadas saben que en el mundo de hoy, la integración fortalece a los países de más potencial, como Chile. Desde ese punto de vista, no hay ningún recelo por parte de las Fuerzas Armadas a dar pasos en esa dirección. Por eso hablo de Pinochet-Bánzer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Miguel


que bueno de vuelta en LND..

Saludos.

viendo tu coment en analizame, sobre tv y altamirano...¿crees que le vaya bien con su libro?

Saludos

Anónimo dijo...

Miguel...

Una pregunta...¿alguna vez entrevistaste a Marcelo Rios o tuviste la oportunidad de Hacerlo?

saludos

Miguel Paz dijo...

Ni idea si le irá bien a Altamirano. Al Chino Ríos no lo he entrevistado.

wAY® dijo...

vALe pAZ!!!... y sUErtE pARa tI tAmBIeN... qUE rEsuLTeN tUS pROyEcTOs..
sALudOS cORdIaLEs pOR aLLaTo, eSTaMoS eN coNtaCTo..