La nueva vida de los hombres detrás de las ministras.
Acarrear a los hijos al colegio, empujar el carro del supermercado, morderse la lengua para no dar consejos, sujetar la cartera de su mujer en actos oficiales o caminar un paso más atrás, son algunas de las tareas que estos cinco hombres desempeñan desde que sus señoras están en el primer gabinete paritario de la historia. Hay menos tiempo para estar en familia y tienen que acostumbrarse a los chistecitos de sus amigos, que los llaman primer damo, príncipe consorte o directamente Macabeo. No les importa. Ellos se ríen de la situación.
*Nota completa en revista Caras, especial Hombres, del 2 de junio de 2006.
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