domingo, 26 de noviembre de 2006

Reportaje / Quesitos 2














La fallida venta de parcelas que encandiló al red set

EL SUEÑO ECOLÓGICO FRUSTRADO

Más de 300 personas, entre ellas científicos, músicos, escritores, actores, periodistas, consultores y funcionarios de Gobierno, aceptaron una oferta irresistible: la compra de parcelas a precio bajísimo en la precordillera de Curicó. Seis años después, poco más de 100 han recibido su título de propiedad y el resto sigue esperando. Algunos dieron por perdida su inversión. Otros se aburrieron y se querellaron por estafa en contra de la ideóloga del proyecto, Marcia Fernández, y su ex pareja Adán Méndez.

Por Miguel Paz / La Nación Domingo (26 de noviembre)



La corredora de propiedades Marcia Fernández Nova nunca imaginó en noviembre de 2000 que su gran sueño ecológico, al que se sumaron alrededor de 300 personas, se traduciría a fines de 2005 en una seguidilla de querellas por estafa, apropiación indebida y asociación ilícita en su contra y en la de su ex pareja Adán Méndez.

A 50 kilómetros al interior de Curicó, en plena precordillera, Fernández ofrecía una oportunidad única a la que sólo algunos podrían acceder: parcelas en un entorno ideal privilegiado, en medio de bosques nativos de coigüe, mañío y otras especies autóctonas con una panorámica de cascadas similares a las Siete Tazas, en una zona denominada Potrero Grande.

Los afortunados, en su mayoría profesionales del mundo artístico y cultural, quedaban fascinados con la irresistible oferta de sólo 350 mil pesos por la compra “en verde” de parcelas de media hectárea en medio en una futura reserva ecológica. Eso fue lo que cautivó, en un comienzo, a los compradores. La seductora personalidad de la mujer de cabellera larga, voz suave, ropas de estilo neohippie y discurso ambientalista ad hoc con su proyecto ecológico, atrajo al productor musical y ex vocalista de los Electrodomésticos Carlos Cabezas; al consultor de Tironi Asociados Felipe Valdivieso; al productor de Inti Illimani, Gustavo Arenas; al escritor Marcelo Simonetti; a la ex mujer del productor de TV Patricio Polanco, Eugenia Necochea; al periodista Diego Moulian; al locutor Agustín Hinostroza, entre muchas otras personas que invirtieron su dinero en las parcelas “en verde”.

EL MODELO DEL BUSINESS

Como las tierras donde se pensaba desarrollar la comunidad ecológica aún no pertenecían a Fernández, sino que a Forestal Celco, el mecanismo que ella usaba para la venta de parcelas y creación de la ecorreserva era juntar a grupos de interesados (preferentemente amigos de personas que la conocieran) dispuestos a confiarle su dinero por los lotes anticipadamente. Una vez efectuado el pago, los clientes le entregaban a Marcia un poder o “mandato de compra”, firmado ante notario, para que ella los representara en la adquisición de las parcelas.

La explicación de la corredora para esto no era anormal: necesitaba reunir una fuerte suma de dinero para comprar los predios a Celco y así iniciar el proceso de loteo en no más de un año y medio. Los compradores no tenían por qué desconfiar, pues tenían como antecedente la buena reputación de Marcia en ciertos círculos de profesionales que habían adquirido parcelas en el paradisíaco Chiloé, bajo el mismo sistema y con éxito. Pero además había un incentivo doble para quienes se embarcaran en los inicios del ecoproyecto de Potrero Grande: los primeros en comprar podrían escoger sus parcelas, efectuando una excelente inversión, ya que a medida que pasara el tiempo los lotes subirían de 350 mil hasta un millón de pesos.

Los socios de Fernández en ese primer loteo de Chiloé fueron su pareja de entonces, el poeta y dueño de Ediciones Tácitas, Adán Méndez, y el presidente de la Sociedad Chilena de Física, Leopoldo Soto, quien también ingresó al proyecto de Potrero Grande entusiasmado por sus perspectivas económicas. El físico había conocido a Marcia Fernández a través de Adán Méndez, con quien entabló amistad en la época universitaria en los ’80.

Hoy, el científico está retirado del proyecto debido a que discrepa de la forma de gestión de Marcia. Pero entonces, su rol en Potrero Grande consistió en representarla en la compra de los predios destinados al ecoproyecto y ponerla en contacto con su red de amigos y colegas, “para que ella pudiera desarrollar su negocio”, explica a LND el científico. Gracias a él, la corredora logró extender su cartera de clientes, incluyendo a miembros de la Comisión de Energía Nuclear.

“IGUAL QUE LOS QUESITOS”

Pero Soto no fue el único que publicitó el ecoproyecto. A fines del año 2000, la corredora también tomó contacto con Valentina Salgado y Paula Bulnes, quienes ya le habían comprado parcelas, y les propuso trabajar informalmente para ella promoviendo el proyecto entre sus amistades y familiares. Por cada persona que llegara recomendada a su oficina les pagaría una comisión equivalente al 10%, en terrenos. Las mujeres aceptaron la propuesta y los interesados se multiplicaron. Fernández nunca les pagó lo prometido, aseguran ambas.

Embarazada de ocho meses y sin trabajo, Valentina comenzó a contactar a familiares, como su cuñado Martín Erazo, director de la compañía de teatro La Patogallina, amigos de sus padres y apoderados y profesores del colegio de su hijo, como Marcelo Simonetti y Pedro Santis. Hoy, Valentina recuerda con amargura ese período en que estuvo convencida de las bondades del ecoproyecto y quiso compartir con sus más cercanos “el sueño que nos vendieron y que al final no era”.

“Fui estafada y utilizada por Marcia. Fui víctima de lo que quiso hacer: un buen negocio a costa de las confianzas. Es igual que los quesitos. Ella tiene que parar, la Justicia tiene que establecer que es una estafadora y que lo sigue haciendo”, sentencia en alusión a las 120 parcelas que su grupo aún no ha recibido.

La funcionaria de la Comisión Bicentenario Paula Bulnes también contagió su entusiasmo por las parcelas a su grupo familiar. Ahora siente impotencia por “el engaño” que sufrió. “Lo encuentro una burla. ¡Espero que Marcia pague por esto! No puedo creer que hasta el día de hoy siga vendiendo parcelas”.


JEINEMENI, EL PROYECTO FANTASMA

Marcia Fernández siempre dijo que el proceso de compra se demoraría un año y medio como máximo, a contar de diciembre de 2000, y que al cabo de ese tiempo sus clientes recibirían sus terrenos y escrituras de propiedad.

Pero cumplido el plazo -junio de 2002-, la espera se hacía insostenible y los compradores empezaron a preguntarse qué pasaba realmente con sus tierras.

Ocasionalmente, y mientras el calendario seguía corriendo, Marcia citaba a los compradores a reuniones para explicarles que el retraso se debía a problemas con los topógrafos o a la inclemencia del tiempo. Entretanto, según quienes más tarde se querellarían en su contra, se hacía cada vez más difícil ubicarla, por lo que los propietarios frustrados se inquietaban aún más y ni siquiera sospechaban que el proyecto estaba desfinanciado.

Un año antes, el 11 de julio de 2001, Fernández había logrado –a través del científico Leopoldo Soto– comprar a Forestal Celco los predios destinados al ecoproyecto. El precio total de la compraventa ascendió a 470.075.840 pesos. Pero sólo se pagaron 150 millones al contado y se suscribió el compromiso de cancelar los restantes 320 millones antes del 11 de enero de 2002. Al momento de la firma del acuerdo, además, se acordó que los terrenos se mantendrían hipotecados a favor de la forestal, hasta que Marcia Fernández y Soto no cubrieran la deuda. Cosa que hasta la fecha no se ha logrado. En cambio, compraron un fundo de 1.460 hectáreas a 14 kilómetros de Chile Chico por 80 millones de pesos. Pagaron al contado. Pensaban obtener con ese nuevo proyecto ganancias suficientes para cubrir el hoyo financiero de Potrero Grande.

Fernández ideó, al alero de su corporación Reserva Nativa, un nuevo proyecto en las agrestes tierras patagónicas de la XI Región: el Ecopueblo Jeinemeni, una aldea ecológica autosustentable. Pero hasta ahora la corredora no ha logrado invertir en la infraestructura prometida y los terrenos no cuentan con agua.

El proyecto aún no ingresa al sistema de estudios de impacto ambiental de la Conama, ni a la Dirección de Obras de Chile Chico, por lo que el asentamiento humano donde supuestamente se instalarían 500 familias a fines de 2004 está lejos de concretarse, al contrario de lo que aseguró Marcia Fernández a “La Tercera” en abril de ese año. Mientras espera el dictamen de la Justicia por las tres querellas interpuestas por 42 personas en su contra, la corredora de propiedades sigue en su oficina de Las Urbinas 98, Providencia, vendiendo loteos del ecopueblo, y promete que entregará los terrenos de Potrero Grande a las personas que confiaron en ella seis años atrás y que ahora ya no le creen.
_______________________________________________________________________

RECUADROS

LOS AFECTADOS

Carlos Cabezas, ex vocalista de Electrodomésticos:

“Era demasiado bueno para ser verdad. Compré una parcela a 400 mil pesos, cuando estaban baratas, pero me olvidé hace rato del tema. La cosa no fue muy derecha. La actitud y presencia de estas personas es la clave: se presentan muy humanas y amantes de la naturaleza, y al final es toda una operación”.

Marcelo Simonetti, escritor y periodista:

“Conocía a Marcia Fernández porque ella estudió filosofía en el campus oriente de la UC mientras yo estaba ahí en periodismo. Piensas que es gente que no te va a cagar, pero parece que no fue así. Creía que podía ser un negocio que salió mal, pero ahora no sé. Si tienes todos esos tropiezos no sigues haciendo negocios. Mi caso es de un terreno, pero hubo otros apoderados (del Colegio Latinoamericano Cordillera) que compraron ocho o diez terrenos”.

Diego Moulian, periodista:

“Marcia Fernández se veía como la típica neohippie, preocupada de la ecología. No era la imagen prototípica de la estafadora. Con mi mamá compramos tres predios, por 1,2 millones de pesos en total, el día 27 de marzo de 2001. No me pude sumar a la querella porque no había papeles en la notaría que dieran constancia de la prórroga del mandato de compra de las parcelas”.

_______________________________________________________________________

Marcia Fernández, la dueña del negocio de la venta de parcelas

“VOY A ENTREGAR LOS TERRENOS”


Marcia Fernández insiste en sus buenas intenciones en los proyectos ejecutados. Y asegura que nunca pasó por su mente defraudar a los compradores que creyeron en ella. Como prueba muestra escrituras de compraventa de terrenos de los lotes de Potrero Grande y afirma que en enero entregará algunas de las tierras a sus dueños.

–Qué puede decir de las tres querellas presentadas en su contra.

–Ellas son por los lotes que no he podido entregar, porque me he demorado en el proyecto. Yo a la gente le ofrecí los terrenos a precio de costo, pero no pensé que iba a fallar.

–¿Todos los terrenos los vendió a 350 mil pesos?

–La mayoría de ellos. El 95% de los terrenos los vendí a precio de costo.

–¿Por cuántos terrenos se firmaron mandatos de compra y recibió dinero?

–Como 300 terrenos.

–¿Por qué usted nunca aceptó que se incluyeran en los mandatos cláusulas de tipo penal?


–No es que no aceptara. A mí nadie me lo propuso.

–La abogada que patrocina una de las querellas dice que sí.

–¿Qué abogada?

–Ximena Larraín.


–No la conozco.

–Ella asegura que sí le planteó incluir cláusulas al mandato de ella y que usted le dijo que si no confiaba entonces no firmaran.

–No conozco la querella que ella esté presentando.

–Pero si usted ha declarado ante el tribunal por esa querella.

–Sólo he declarado en una sola querella y es un hombre, no una mujer, quien aparece como abogado patrocinante. Yo retuve el sólo nombre del abogado, no de quien lo representa.

–¿Puede explicar por qué han pasado casi seis años desde que vendió terrenos en verde a personas que firmaron mandatos y le entregaron dinero entre fines del 2000 y principios del 2001 y aún no han recibido sus tierras?

–Se han entregado... Entregué lo que yo podía confirmar topográficamente que estaba correcto. Aquí falló la topografía tres veces.

–¿Cuántos terrenos ha entregado?

–Aproximadamente 130.

–¿Tiene documentos para demostrarlo?

-Tengo las escrituras que se firmaron todas en la notaría de don Juan Facuse. Y son terrenos que además se han inscrito en el Conservador de Bienes Raíces de Curicó.

–¿Por qué si usted estaba mandatada para comprar terrenos en representación de otras personas, finalmente delega la compra de las tierras a Adán Méndez y Leopoldo Soto?

–Porque esta compra se iba a hacer por la corporación (Reserva Nativa) y ella todavía no tenía personalidad jurídica cuando se hizo el proyecto.

–Eso usted nunca se lo dijo a la gente a la que le ofreció parcelas.

–Pero si ellos iban a comprar, su terreno igual se compró a nombre de ellos.

–Se lo pregunto porque este negocio funcionó en base a la confianza. Usted ofrecía parcelas a personas recomendadas por amigos o familiares de esas personas. Nadie firmaría un mandato de compra de esas características con un extraño. La confianza jugó un rol crucial

–Un rol importante. Igual hay gente que me ha dado mandatos, porque como le contaba, yo he hecho 15 proyectos distintos.

–Muchas de las personas que LND ha entrevistado dan por perdido el dinero que le entregaron. ¿Por qué usted nunca les confesó a estas personas que tenía problemas con los terrenos porque hizo mal la negociación para el alzamiento de la hipoteca?

–Sí se lo manifesté. De hecho, he tenido reuniones con distintos grupos de personas en distintos momentos y en distintas etapas de este proyecto para contarles lo que iba pasando.

–Las personas que hemos entrevistado aseguran que usted les ha mentido y tramitado durante todos estos años sin darles ninguna solución.

–Mira, yo contrataba un grupo de topógrafos, ellos me daban un cierto plazo en el cual iban a entregar los terrenos. Y eran los mismos plazos que a mí me daban los que yo transmitía a la gente. Pero las cosas no se dieron así y yo sigo trabajando en esto. Es un proyecto que se desfinanció hace mucho rato. Lo financio con otros proyectos que yo hago y ha tenido costos muy altos para mí, de todo tipo. Pero aquí estoy y voy a entregar los terrenos.

_______________________________________________________________________

ADÁN MÉNDEZ, EL OTRO QUERELLADO

Figura reconocida en el ambiente literario, el poeta y director de Ediciones Tácitas, Adán Méndez Rozas, está querellado en la misma causa que su ex pareja Marcia Fernández y figura con orden de detención por estafa. Dicha orden fue dictada por el magistrado Carlos Escobar, del 30º Juzgado del Crimen de Santiago, el 14 de septiembre pasado, dos días después de que Méndez presentara en el Cine Arte Alameda una reedición del libro de Nicanor Parra “Canciones rusas”.

Méndez salió del país por el aeropuerto de Pudahuel el 20 de septiembre sin ser arrestado, debido a que la orden recién ingresó al sistema de Policía Internacional dos horas después de que había tomado un vuelo a España. Actualmente está en Barcelona, gracias a una beca del Fondo del Libro, realizando una pasantía como colaborador del ex crítico del diario “El País” Ignacio Echevarría “en los trabajos de documentación y edición de las obras completas de Nicanor Parra”. Consultado por LND, Méndez aseguró que no tenía idea que tenía orden de arresto y dijo que volverá a Chile en enero o febrero próximos.

No hay comentarios.: