Un episodio inédito se vivió el domingo 14 de enero en el paseo con que el controlador de LAN, Sebastián Piñera, dio el vamos al Parque Tantauco, su complejo ecoturístico de más de 100 mil hectáreas, ubicado al sur de Chiloé. El viernes 12, el presidenciable RN inauguró la reserva natural invitando a un conspicuo grupo de 40 personalidades, encabezado por el comandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta, a pasar el fin de semana en el lugar.
La aventura comenzó en Santiago con un viaje en un avión de LAN a Puerto Montt, de donde los invitados se trasladaron a Quellón, para luego pasar seis horas arriba de un lanchón antes de llegar al Parque Tantauco, donde disfrutaron de caminatas y sabrosos asados al palo. La excursión fue ampliamente destacada en las páginas sociales de “El Mercurio” con sendas fotos de algunos de los convocados. Lo que no contó el "decano" fue que el regreso de los invitados a Quellón corrió por cuenta del Ejército a bordo del helicóptero Puma destinado a la seguridad del general Izurieta. La explicación que da uno de los invitados es que el mar estaba "picado" y se hacía riesgoso el viaje de seis horas en lanchón, por lo que le pidieron al general Izurieta si los podía trasladar. El comandante accedió a la petición y la aeronave, que tiene capacidad para 16 pasajeros sentados, realizó dos viajes de 11 minutos desde Tantauco a Quellón.
Consultado el general Ricardo Ortega, director de Inteligencia del Ejército y jefe subrogante del Estado Mayor del Ejército, de si es común que la institución castrense facilite un helicóptero de uso militar para transportar particulares en un paseo de carácter privado, señaló a LND que “no hay un uso de material militar en actividades particulares, hay un uso en actividad normal del comandante en jefe del Ejército. Cuando el comandante en jefe se mueve a algún lugar le adelantamos un helicóptero de seguridad, por una eventual enfermedad o lo que sea”.
Además, había otro motivo para que el aparato estuviese en la zona. Izurieta tenía una reunión prevista en Arica con el comandante en jefe del Ejército boliviano, Freddy Bersatti, ese domingo. El Puma, apostado días antes en Quellón, sería utilizado por el general para viajar a Puerto Montt y de allí volaría en un avión del Ejército a la cita con su par boliviano. No obstante, Bersatti suspendió el encuentro por problemas en Bolivia.
Hasta el cierre de esta edición, la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot –aseguran en su entorno–, no había sido informada por el Ejército de este tema.
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