Pero por aquí se escribió del tema antes. Desde que se hizo público el actuar del subdirector de La Nación, el ambiente en el edificio del periódico frente a La Moneda está para cortarse con cuchillo. Ahi va lo que dice ElMer:
La portada que encendió los ánimos en La Nación
"Fue una vergüenza trabajar ese día en el diario". Indignación existe aún entre los periodistas del diario La Nación por la portada del matutino del miércoles 16, día de la acusación constitucional contra la ex ministra Yasna Provoste.
Al interior de ese medio cuentan que normalmente todos los días a las 18.00 hrs., el subdirector responsable Rodrigo de Castro (pero que hace las veces de director) y los editores se reúnen para definir la portada del día siguiente. El martes 15 no se hizo. Por eso, el miércoles la sorpresa fue máxima al ver el gran fondo negro que lucía el diario, con el titular "Las cosas por su orden" y una arenga editorial de 12 líneas.
Allí se llamaba al Senado a actuar con independencia e imparcialidad, y conforme a los principios del derecho, la justicia y la equidad. "Prejuzgar o resolver como bloques políticos es ilegítimo, porque violenta la Constitución y los tratados vigentes", continuaba la portada.
El área periodística montó en cólera. A las 10.30 de la mañana, en la habitual reunión de pauta con el subdirector, los editores dedicaron dos horas al tema. Lo primero que preguntaron fue: "¿Quién dio la orden?". "Yo", fue la escueta respuesta de De Castro. "El problema es que Chile no está preparado para una portada como ésta", agregó casi sin inmutarse.
Ni editores ni periodistas entendían la decisión. "No es el minuto ni la forma de hacerlo", le dijeron. "Una editorial habría bastado", agregaron. Pero él insistía: "¿No querían portadas al estilo de Página 12?". "Sí, pero no de la época de Kirchner", le respondieron. Para otros fue el directorio, presidido por el PS Mahmud Aleuy, quien dio la orden a De Castro.
La molestia también cundía entre los periodistas: "¡¿Acaso quieren convertirnos en la Dinacos?!"; "la portada parece un bando militar", se quejaban. El sindicato llamó a una asamblea para las 16.00 hrs., pero más temprano comenzó a circular la idea de hacer un comunicado público de rechazo a la portada. De Castro intentó calmar los ánimos, para lo cual asistió a la asamblea creyendo que podría explicar lo que a esas alturas era inexplicable. Obviamente, no lo logró.
"Los periodistas del diario La Nación expresamos nuestro desacuerdo -empezaba la declaración que más tarde hizo pública el sindicato- con la forma en que la línea editorial del diario ha expresado su postura en la portada de la edición del miércoles 16 de abril. Los profesionales que diariamente desempeñamos nuestro oficio (...) creemos que la legítima intención de defender las instituciones democráticas, en esta ocasión, ha lesionado la credibilidad de nuestro trabajo".
Para plasmar su protesta, decidieron no firmar sus notas durante cuatro días. Sólo los profesionales a honorarios y los columnistas, a quienes les pagan por textos firmados, se vieron conminados a seguir haciéndolo. "La época de Lagos fue la peor en el diario, pues el Gobierno nos hacía saber con regularidad su molestia o sus inquietudes. Desde que llegó Bachelet, la verdad es que los ministros no se meten. Es más, no tenemos llegada a La Moneda. Somos los últimos de la lista, no nos toman en cuenta. ¿Por qué, entonces, el director hace este gesto tan innecesario?", concluyen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario