EL DIRECTOR DE TRANSPARENCIA INTERNACIONAL CHILE DEFIENDE A LOS BANCOS
EL DIRECTOR DE TRANSPARENCIA INTERNACIONAL CHILE DEFIENDE A LOS BANCOS
Por Miguel Paz / La Nación Domingo (19 de marzo de 2006)
“Las convenciones internacionales (OECD) permiten diseñar un marco jurídico más estricto para las transacciones comerciales internacionales, imponiendo graves consecuencias para las prácticas corruptas. Sin embargo, no será suficiente confiar sólo en un conjunto de normas”, dijo Davor Harasic Yaksic durante la presentación realizada en un seminario sobre ética y competitividad en noviembre del año pasado.
Un par de meses antes, el abogado de 58 años de edad fue electo presidente de Chile Transparente, el capítulo local de Transparencia Internacional (TI), organismo no gubernamental dedicado a promover y monitorear la lucha contra la corrupción a nivel mundial y a fomentar la probidad y el acceso a la información en la administración pública.
Si bien el cargo ejecutivo de la ONG no obliga a Harasic a dejar el ejercicio de su profesión, en círculos del Gobierno causó sorpresa que el ex miembro del Consejo de Defensa del Estado aceptara encabezar, junto al jurista Raúl Tavolari, la demanda interpuesta por 22 entidades bancarias en contra del Servicio de Impuestos Internos, que precisamente busca mejorar la normativa del sector financiero. Esto debido a que la Convención Interamericana contra la Corrupción está en sintonía con la labor preventiva de lavado de dinero de la Unidad de Análisis de Inteligencia Financiera y con la polémica circular 120 del SII. El organismo fiscal pretende que los bancos informen sobre las transacciones internacionales de sus clientes superiores a 10 mil dólares. No obstante, según los 22 bancos que Harasic representa, esta medida atenta contra el secreto bancario.
En la actualidad, Harasic es secretario general e integrante del Consejo Superior de la Universidad Alberto Hurtado y profesor de Derecho Procesal. Entre los últimos casos de relevancia pública en los que ha participado están su renuncia a seguir defendiendo al fiscal nacional Guillermo Piedrabuena en su petición de remoción de Esmirna Vidal, tras enterarse de la reunión entre éste y el ex senador Jorge Lavandero; y la defensa del ex ministro Álvaro García en el caso Inverlink. Otros hechos bullados en los que ha participado ocurrieron en 1995 y 1996. En 1995, Harasic se hizo cargo del caso “Pinocheques” como abogado del CDE, pero debió dejarlo a petición del entonces Presidente Frei, quien cerró el sumario “por razones de Estado”. Al año siguiente, en medio de roces con la presidenta del CDE, Clara Szczaranski, Harasic renunció al organismo cuando éste no apeló al fallo que absolvió al subsecretario del Interior, Marcelo Schilling, y al director de Investigaciones, Nelson Mery, en el marco de las investigaciones por el asesinato de Jaime Guzmán y sobre las labores de inteligencia de la Oficina de Seguridad Pública, más conocida como “La Oficina”.
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