Mi partner de Mediapolis Luis Argandoña y el profesor de la UC Eduardo Arriagada se extienden sobre las cualidades del buscador que adquirió hace unos meses El Mercurio para su sitio web de noticias Emol, a la compañía noruega Fast Search, aquirida por Microsoft hace poco.
De acuerdo a Argandoña la tecnología de Fast rivaliza con Google, y el sistema -por el cual Emol habría pagado cerca de US$1 millón-, supone una nueva área de negocios para la empresa de Agustín Edwards Eastman: aprovechar ¡por fin! su colosal archivo histórico al abrirlo a sus usuarios. Convirtiéndose así en una enciclopedia del consumo de contenidos "de cola larga" para el joven, la dama, el niño, el varón, como decía mi abuela.
¿Cómo?
En fácil. Hasta hace poco el archivo de noticias y servicios de Emol y los diarios de la cadena de El Mercurio estaban disponibles por un tiempo limitado. Posteriormente no se podían hallar en la red, salvo algunos textos rescatables gracias al cache de Google.
Ocurría entonces que si habías leído, por ejemplo, en revista del Domingo un ranking de las mejores playas de Latinoamérica y al mes siguiente querías tener esa información a mano para decidir unas vacaciones, el texto ya no estaba en los sitios web de El Mercurio. Resultado: frustración del usuario y pérdida de visitas para el medio online.
Otro ejemplo: muere Ricardo Claro. Referencia obligatoria para hablar de él es el artículo de El Sábado sobre los más temidos de Chile, ranking que el empresario encabezó en 2001 y que el día de su muerte no se encontraba en formato digital en ningún lado. Ahora sí está (busca Ricardo Claro mas temidos).
Me atrevo a decir que la digitalización progresiva de su archivo centenario junto al nuevo buscador de Emol permitirá al sitio web doblar y hasta triplicar sus visitas, por el mero hecho de que los usuarios de Internet no sólo quieren noticias también buscan respuestas a todo tipo de cuestiones: dónde ir, qué pasó con x tema de hace 10 años, qué dijo Hermógenes el miércoles 12 de septiembre, o cuál era la moda seguida por la generación del 50`, etcétera, etcétera.
A ello hay que sumar una oportunidad: si Emol define un sistema de taxonomías o de etiquetado fino, puede conseguir respuestas cruzadas a muchas de esas inquietudes, sean actuales o históricas, con una gran precisión. Un buen ejemplo a seguir es el formidable trabajo de etiquetado y organización de contenidos realizado hace unos años por Rodrigo Guaiquil con Icarito. El sitio web con información educativa para niños/as tiene además en su buscador una utilidad no menor y adelantada para su época: se puede buscar por artículos / imágenes / multimedia por separado o en conjunto. Los resultados son fiables y presentan información contextual de valor agregado. Lo mismo que se empieza a ver en los resultados del buscador de Emol, que pretende ganar lucas con avisaje contextual e imagino abordará nuevas formas de "monetizar".
Más detalles en el blog de Argandoña.
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