miércoles, 28 de enero de 2009

Carta sobre Bolaño al New York Times

El prestigioso periódico norteamericano, referente de nuestras elites latinoamericanas y probablemente las del resto del mundo, ha estado publicando hace rato notas sobre Roberto Bolaño y su obra, desde que se editó 2666 en Estados Unidos provocando cierto furor e interés por saber más del escritor.

Los primeros textos se adentran en una supuesta adicción suya a la heroína, idea surgida de un cuento de Bolaño que de inmediato fue despejada en un blog local sobre literatura y posteriomente desmentida por Andrew Wylie, "el Chacal" protector de los derechos de su viuda, y Sarah Kerr, de The New York Review of Books, quien al principio también se hizo eco de la versión heroinómana del autor de Los Detectives Salvajes en un review.

En su momento, a Kerr le escribí apuntándole links que podrían demostrarle su error, aunque quisiera creer que otros más conocedores de Bolaño se lo hicieron ver antes. Ahora, Larry Rohter, nuestro conocido ex corresponsal del NYT en América Latina, vuelve sobre el tema y pone en duda que Bolaño haya estado en Chile después del Golpe de Estado de 1973 y relativiza la versión de su detención por parte de unos detectives en Concepción.

Como reportear sobre los aspectos más publicados de la vida de Bolaño no debiera ser difícil y aún así el NYT se hace el loco con la comprobación de datos, cuestión por la que ha sido destacado (ok, salvo en el notorio caso de Jayson Blair), le mandé una carta a Clark Hoyt, "Public editor" o defensor de los lectores del periódico que comparto.

Dear Mr. Hoyt: I am writing to you regarding the article "A Chilean Writer’s Fictions Might Include His Own Colorful Past", written by Mr. Larry Rohter. As I wrote via e-mail to Mr. Rohter his piece is a very interesting article. But there is at least one thing that needed fact-ckecking. The journalist says very eloquently that Bolaño was never in Chile during Pinochet`s dictatorship and as I recall that`s not very true.

I quote the New York Times article:


"According to the standard biographical accounts, Mr. Bolaño moved to Mexico in 1968, but returned to Chile in the early 1970s to support the Socialist government of President
Salvador Allende. He was then supposedly arrested and jailed during the coup that brought General Pinochet to power on Sept. 11, 1973, but was saved from possible execution and allowed to escape by two guards who were high school classmates and recognized him".

Actually Bolaño was not arrested and jailed during the coup in september but two months later, if we can agree that the people that go on record on articles written in chilean newspapers are not lying. I truly wonder why would they lie about it. Maybe Mr. Rohter has the answer, since he has put a shadow of doubt over this issue, but he doesn`t reveal it.


According to these articles, he was in the country at the time of the coup, but only by a few days.

If you check with chilean journalist or review the articles published you`ll notice that there are two pieces concerning this matter. One in La Tercera newspaper and another one in La Nación. Also, the policeman who arrested him in november 1973 and saved him, also went on record to tell this story.
If they are lying it would be nice to read it about it in your magazine. If you need their phone numbers feel free to write me back.

I am not really a huge "Bolañista" but I have been reading features about him in The New York Times, a fantastic newspaper that I love, and I am very worried about their fact checking standards because of this. First, they published articles saying that Bolaño had a heroin habit, repeating other newspaper`s mistakes very well described by Gustavo Faveron on his blog (in a post written in span-glish I must say). You see: this thing was easy to check. And now this piece. It took me 30 seconds to find on Google one of the articles published in Chile where people that go on record confirming that Bolaño was in our country when the Pinochet coup happened.

Also in his text Rohter puts doubt on whether Bolaño was in Chile afer the coup, but doesn`t present the ample evidence to the contrary that exists in chilean media.

Below you`ll see one of the articles I am talking about:


Los verdaderos detectives de Bolaño
por Andrés Gómez Bravo
La Tercera, 09.07.2006

El 15 de julio de 2003 Roberto Arriagada, ex detective de Investigaciones, volvió a saber de Roberto Bolaño. Esa noche los noticieros informaron la muerte del escritor chileno residente en España. Ambos habían sido compañeros en el Liceo de Hombres de los Ángeles y la última vez que se encontraron fue en el cuartel policial de Concepción, en noviembre de 1973: Bolaño en calidad de detenido y Arriagada como un joven detective. “Cuando salió, prometió volver, pero nunca más lo vi”, cuenta.

Sin embargo, el escritor no lo olvidó. Ni a él ni a Renato Czischke, otro detective de Los Ángeles destinado en Concepción.

Nacido en Santiago en 1953, Bolaño creció en Los Ángeles y en 1968 partió a México con su familia. Cinco años después viajó a Santiago para hacer la revolución. Pero llegó tarde: a los pocos días ocurrió el golpe de Estado. Con el pelo largo y un bigote estilo mexicano, fue a visitar a sus familiares en la VIII región. Pasó dos meses allí y fue detenido cuando viajaba a Concepción: lo confundieron con un subversivo extranjero.

“En un mismo día pasé por Carabineros, pasé por otro sitio, no recuerdo bajo qué órdenes estaba, y al final terminé en la Policía de Investigaciones. Y tuve mucha suerte. Me sacaron de la cárcel dos policías que habían sido compañeros míos en el liceo, a los 15 años. Uno de ellos me dice: ‘¿No te acuerdas de mí? Soy tu compañero’. Yo no me acordaba de nada. Fue impresionante”, recordó.

Arturo Belano

Roberto Bolaño estuvo ocho días detenido en el cuartel penquista y esa experiencia inspiró uno de sus cuentos más celebrados, Detectives, que forma parte del libro Llamadas Telefónicas. En él, Arriagada y Czischke se llaman Arancibia y Contreras. Y Bolaño, como siempre, es Arturo Belano.

“¿Te acuerdas del compañero de liceo que tuvimos preso?”, dice uno de ellos en el relato. “Sí, Arturo, a los 15 se fue a México y a los 20 volvió a Chile”, responde el otro. “Qué mala cueva”, dice el primero. Y el segundo lo corrige: “Qué buena cueva, caer justo en nuestra comisaría”.

Bolaño hippie

Ximena Bolaño, prima del escritor, tenía poco más de 12 años cuando lo vio llegar a Mulchén. “Andaba con un bolso y una máquina de escribir. Decía que estaba escribiendo una novela. Andaba ya con la idea de ser escritor, no quería estudiar”, recuerda.

“Siempre andaba con las novelas. Era fanático de la lectura”, agrega su primo Ricardo Bolaño.

En esos dos meses recibía correspondencia a menudo de una novia mexicana. “Ella le mandaba cartas y le mandaba dólares. Lo quería harto, parece. Pero aquí también tenía pololas. Hartas niñas andaban detrás de él”, cuenta Ximena.

Con su facha de guerrillero, Bolaño no pasaba inadvertido en el pueblo. “Llegó tan cambiado, nada que ver con el niño de 15 años de pelo cortito. Parecía un cabro hippie y andaba con el acento mexicano pegado. Y por eso lo detuvieron”, relata su prima.

“Era muy arriesgado”

Roberto Arriagada y Renato Czischke no eran amigos íntimos de Bolaño, pero habían compartido clases y recreos en Los Ángeles. En 1973 llevaban dos años en el cuartel de Concepción. Hoy ambos están retirados de Investigaciones. Czischke vive en Santiago, pero prefiere no hablar del tema.

Arriagada trabajó hasta marzo como jefe de Seguridad Ciudadana en La Serena y ahora está dedicado a disfrutar y cuidar su parcela.

“Le dimos la ayuda que podíamos. Él estaba solo y lo apoyamos como amigos. Lógicamente que uno se preocupaba por la gente conocida, pero no se podía hacer mucho”, cuenta. “Nos preocupamos por atenderlo bien, ayudarlo a comer e ir al baño. Sé que se sintió agradecido”, añade.

Arriagada lo recuerda como “un tipo simpático, entretenido, con la talla a flor de boca. Era el típico alumno mateo”. Sin embargo, asegura que ni él ni su compañero podían hacer gestiones para acortar su detención. “Cualquier cosa que diga es delicada. No puedo darle detalles, pero uno no podía meterse; era muy arriesgado. Y tampoco era nuestra misión”, subraya el ex detective.

La familia sureña de Bolaño se enteró a través de un llamado telefónico. “Intentamos hacer algo, pero como a la semana volvió solito. Dijo que unos amigos detectives lo ayudaron a salir”, cuenta Ximena. Y Ricardo Bolaño corrobora la versión: “Lo soltaron gracias a unos policías que fueron compañeros de curso”.

Cierto o no, el hecho es que Bolaño no olvidó el episodio. “Quedó traumado, se asustó y decidió regresar a México”, comenta Ximena. Allí comenzaría la brillante carrera que se interrumpió el 15 de julio de 2003.

Best regards.

3 comentarios:

no@no.cl dijo...

Hola Miguel, Soy Felipe Serra. (fserrajana@hotmail.com)

Porqué discuten sin saber, sin leer...

Playa

"Dejé la heroína y volví a mi pueblo y empecé con el tratamiento de metadona que me suministrarán en el ambulatorio y poca cosa más tenía que hacer salvo levantarme cada mañana y ver la tele y tratar de dormir por la noche..."

Entre paréntesis, Pag. 241
Roberto Bolaño
Ed. Anagrama (Edición de bolsillo)

Miguel Paz dijo...

Felipe: Playa es un relato aparecido en el periódico español El Mundo (http://www.elmundo.es/2000/08/17/uve/17N0047.html) y entró casi de lado a Entre paréntesis, libro de textos autobiográficos. De ahí que se asuma el párrafo como un hecho vivido por el autor, cuando está más cercano a la ficción, tal como reconoce la periodista Sarah Kerr y otros de los linkeados en el posteo. Por qué discutes si no haces click en los links y lees.

Abrazo

Miguel Paz dijo...

Una nota que ahonda en el tema

http://www.elperiodicoextremadura.com/suplementos/universa/noticia.asp?pkid=411207