Para los detractores de Escalona, la imagen del senador susurrándole al oído un "juicio político" a José Antonio Gómez, evidenció lo que vienen diciendo hace años: que no escucha, que es intratable y que pareciera que cuando se le juntan los platinos, su carácter estalla. Con un poder absoluto en su partido y en el gobierno, hoy pasa un complicado momento. Para algunos su exabrupto del domingo pasado fue parte de un diseño, y otros simplemente creen que está "desbocado". La elite socialista lo crítica por hacer política con la "quisca en la mano", mientras quienes lo apoyan, aseguran que, digan lo que digan, Escalona es la institucionalidad y que Frei tendrá que entenderse con él. Sigue leyendo
1 comentario:
Es impresentable que un senador de la republica caiga en actitudes tan rascas.
@leugimfigueroa
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