domingo, 10 de octubre de 2004

Entrevista Sebastián Piñera












Sebastián Piñera, virtual dueño de Chilevisión
“ESTE CANAL NO LO VA A CONTROLAR LA UDI”


Es como un mono porfiado. Varias veces lo han querido barrer del mapa del poder, pero siempre se las arregla para seguir de pie. Lo sacaron de la presidencia de RN con un tacle deslizante, pero ahora reingresa a la cancha con un arma capaz de desequilibrar todo el partido: un canal de televisión. Luz, cámara... Piñera.


Mirko Macari y Miguel Paz* / La Nación Domingo (10 de octubre de 2004)

Puntual, distendido, con dos botones de la camisa abierta, y una agenda repleta, Piñera recibe a LND en su oficina del Piso 18 de un edificio en pleno Apoquindo. La vista es soberbia. Una mesa de reuniones llena de carpetas, archivos, documentos y un cuánto hay habla nítidamente de una de las billeteras más hiperkinéticas de la constelación empresarial chilena: “La secretaria bota todos estos papeles y los reemplaza por otros cada semana”, comenta, haciendo recordar al mítico Gordon Gekko, de la película Wall Street, ese que decía que la ambición es buena, saludable, porque era la que había hecho grande a América. Piñera es más simpático que Gekko. Nos cuenta que al día siguiente deberá ir a una comida con los nuevos suegros de su hermano Miguel, que vienen a cumplir con el protocolo de rigor. Difícil pensar que Gekko hubiera dejado de ganar algunos millones por hora trabajada, tan sólo por agradar a su hermano.
Sebastián está contento porque esta semana lo recibió el Presidente Lagos para hablar de su chochería: el Mapocho navegable. Entusiasta, se para y nos muestra el brief con las proyección visual de un proyecto donde los guarenes y la basura darán paso a un ascéptico universo de aguas cristalinas, donde la familia paseará en bote rebosante de modernidad.
El rictus le cambia cuando entramos a conversar de Chilevisión. “No quiero hablar de eso porque en la puerta del horno se quema el pan”, dice. El negocio no está cerrado y aún hay ripios legales y técnicos que sortear, pero de que viene, viene.
-¿Usted entra a la propiedad de un canal de televisión con criterio de negocios o para obtener poder?
-Francamente, por ninguna de las dos razones que usted menciona. Por negocio no, porque todos sabemos, y basta evaluar los medios de comunicación durante un tiempo para ver que no son buenos negocios.
Si usted ve la enorme inversión que hay en los canales de televisión y lo compara con el retorno, la rentabilidad es negativa durante mucho tiempo y cuando logra ser positiva, es muy pequeña. Por poder tampoco, porque creo que frente al poder y frente al dinero hay dos actitudes posibles, una cuando uno lo toma como un objetivo en sí mismo y termina siendo esclavo de ese objetivo, como le pasa por ejemplo a Rico Mc Pato, que está arriba de una montaña de monedas de oro pero, en vez de disfrutar, está sufriendo y amargado porque Hugo, Paco o Luis le pueden sacar una. Mi interés por los medios de comunicación tiene que ver con un instrumento para intentar hacer un aporte al diálogo, al debate, al mundo de las ideas; esa es mi única motivación. Pero no quiero hablar de Chilevisión.
- Usted fue víctima del poder del dueño de un medio, ¿qué lecciones saca de ese episodio ahora que entraría a ostentar esta condición?
-He sido muy afortunado en mi vida, pero también he sido víctima de muchos poderes en la sombra. Ese incidente que usted recuerda está guardado en el cajón de los malos recuerdos. Yo jamás utilizaría un medio de comunicación para tratar de perjudicar al enemigo, ni tampoco para tratar de beneficiarse uno mismo, creo en la responsabilidad social de los medios de comunicación.
- Pero aparte de la responsabilidad, uno puede blindarse con los medios...
- Es verdad, me han golpeado muy duro, muchas veces, pero nunca me han quebrado. Se lo garantizo.
- Lo uno no quita lo otro.
- Si usted me está diciendo que por el hecho de tener un medio, a lo mejor los que lo quieren atacar a uno van a ser más cuidadosos y más respetuosos, a lo mejor así es. Si es así, bendito sea.
- Los medios son un factor de poder decisivo. ¿Siente que la UDI, su más fiero enemigo aparte de socios de pacto, los ha usado certeramente?
-Creo que hay una excesiva concentración de los medios de comunicación desde dos puntos de vista: uno que están en muy pocas manos, y dos que están ligados preferentemente a ciertas ideas, pensamientos, sectores y a grupos de poder. A mí me gustaría, si tengo alguna participación en los medios, abrir ese plus, diversificar ese instrumento en pos de la diversidad y el pluralismo, incluyendo aquellos que piensan y sienten distinto a mí. Por ejemplo, el diario La Nación y especialmente LND se mete en las patas de los caballos, entra en temas que la gente tiene derecho conocer, pero que hiere intereses de poderosos, y probablemente muchas veces han sufrido las consecuencias de eso.
- A propósito ¿qué le parece el modo como la UDI le pasó la aplanadora al Canal 13 y se instaló la verdad oficial del caso Spiniak?
-Tengo un rechazo visceral por las verdades oficiales, porque detrás de éstas se esconden todo tipo de abusos y, muchas veces, atentados tremendos contra la esencia de la verdad. Por lo tanto prefiero que los hechos objetivos sean puestos a disposición de la gente y que cada uno con su inteligencia y voluntad, se forme su propia opinión, y por lo tanto, su propia verdad. Si hay ese tipo de maniobras y de actitudes, me parece negativa y, usted sabe yo no soy militante de la UDI, nunca lo he sido.
-Usted es católico, estudió en la UC, por lo tanto le llega también lo que ha pasado en Canal 13, que es muy relevante desde la perspectiva de los equilibrios de poder.
-Por supuesto que me llega. Creo en la libertad de expresión, pero también creo en el derecho a la honra y la integridad de las personas, por lo tanto, ahí hay un equilibrio que se juega todos los días, donde podrán haber muchas reglas, muchas leyes, pero nada sustituye el buen criterio y la buena intención de los que son responsables de los medios de comunicación.
-La libertad de expresión muchas veces colisiona con eso que se llama la honra de las personas. Cuando se trata de un ciudadano común no importa, pero cuando es un senador las cosas cambian.
-Comparto esa opinión. Siento que la acusación que se hizo contra Jovino Novoa es una cosa tremenda, brutal para cualquier ser humano, y hemos visto cómo Gemita Bueno, su principal acusadora, se ha desdicho y contradicho un millón de veces. Pero también siento que a otras personas se los torturó, se los mató, se los hizo desaparecer, se los tiraba al mar amarrados, y eso para mí me parece más atroz, más cruel y más brutal que lo anterior.
- Muchos de los responsables de eso fueron civiles, los mismos que exigieron disculpas para Jovino Novoa, pero que nunca la han pedido ellos.
-Sí, me molesta cuando veo que los mismos que deberían estar dando disculpas son los primeros que están exigiéndolas. Ese doble estándar, esa contradicción, por supuesto que existe. Y uno podría también, para ser justos, retroceder un poco más en el tiempo e ir a la década de los ’60, cuando algunos que hoy día son ministros o parlamentarios de la Concertación propugnaban la violencia y el enfrentamiento, la guerrilla y el terrorismo en nuestro país. En esa materia, sólo digo que el que esté libre de toda culpa lance la primera piedra.

EL VIEJO PASCUERO

- Hay gente que cree que Chilevisión pasa a ser otro medio más de la derecha y otros, por el contrario, dicen que va a ser el único medio que no va a controlar la UDI.
-No soy el dueño de Chilevisión, así es que no hablemos de Chilevisión. Si yo tengo ahora o en el futuro participación o control sobre un medio de comunicación, no es para que sea un medio de derecha, pero tampoco para que sea neutral. A mí naturalmente me interesa, y es perfectamente legitimo, que el medio tenga cierto compromiso con valores que para mí son fundamentales: la democracia, el respeto a los derechos humanos, la dignidad y la libertad de las personas y muchas cosas más. Y con respecto a que no va a ser un medio controlado por la UDI, a eso póngale mi firma y con mayúscula.
-¿Sobre su cadáver?
-No solamente sobre mi cadáver, porque en Chile hay leyes de herencia y conozco muy bien a mis hijos, y puedo esperar que eso se extienda más allá de una generación.
- En las versiones de prensa que han circulado, se dice que sería el primer paso de Piñera TV, Piñera radio, etc.
-A mí me pasa lo mismo que le pasa a los niños con el Viejo Pascuero: cuando les preguntan qué quieren dicen ‘bueno, bicicleta, monopatín, todo’. A mí me pasa un poco lo mismo. A mí me gustaría, no es que lo vaya a hacer, pero me entusiasma, me estimula, me parece atractivo tratar de tener un sistema multimedial. Ahora, si lo voy a hacer o no... he aprendido que en la vida hay que ser mucho más humildes, el hombre propone y Dios dispone.
-¿Qué piensa usted de una eventual candidatura a senador si se llegara a concretar lo de Chilevisión?
- Para serle bien franco, ni siquiera he pensado el tema.
- Desde el punto de vista del buen criterio no resulta muy compatible que digamos.
- En la vida siempre hay conflicto de intereses, lo importante es si uno los resuelve bien o mal. Si yo fuera candidato a cualquier cosa, jamás utilizaría un medio de comunicación de mi propiedad o de mi control, en mi beneficio.
- Se parecería a Berlusconi.
- Que es por lo demás lo que pasa con el Estado, el Estado es dueño de TVN y del diario La Nación, pero el hecho que sea dueño no quiere decir que el Gobierno de turno lo pueda utilizar como instrumento en su propio beneficio, por tanto uno puede hacer la separación entre la propiedad y el buen uso de un medio de comunicación.
- Pero eso no pasa en Chile.
- En Chile pasa poco. La comparación con Berlusconi no me gusta nada, además de las razones obvias, que insinúan una utilización de los medios para una carrera política, hay otras más: Berlusconi es pelao y yo todavía tengo mi cabellera. Y él ha pasado varias veces por el quirófano para cirugía plástica, yo todavía ninguna.
- El punto es que hay medios que no trasparentan sus intereses, sus vínculos, sus relaciones, que naturalmente todos las tenemos.
- A eso voy yo. Hay algunos medios, y no me haga identificarlos, que son utilizados para ciertas causas, lo cual sería absolutamente legítimo siempre que fuera totalmente claro, explícito y trasparente. Por ejemplo, el diario del Partido Comunista, El Siglo, todos sabemos cuando lo compramos qué vamos a leer. Pero hay otros medios que bajo una apariencia de neutralidad y de pluralidad, en el fondo tienen una causa y un compromiso. Lo que yo critico no es la causa, ni el compromiso, lo que critico es que estas cosas tienen que ser más explícitas y trasparentes.
- Saber que es lo qué están vendiendo en definitiva.
- Por supuesto. Me duele en lo más personal cuando escucho esos rumores de que en caso de que tuviera participación en medios de comunicación sería para atraer el medio a la derecha o para ser controlada por la UDI. Créame, nada más lejano a mi voluntad y a mi naturaleza. Una de las gracias de haber tenido oportunidades en la vida y haber podido crear una situación económica tranquila y fuerte, es que uno tiene la libertad para no depender de los poderes fácticos, yo no dependo de ninguno, gracias a Dios.
-Que no dependa, no significa que no pueda entrar en conflicto con ellos.
-Otra cosa es que los poderes fácticos me puedan atacar. Este tema del doble rol de empresario y político hay dos formas de entenderlo, uno es la pieza oscura, donde yo creo un ‘fondo ciego’ y le encargo la administración de mis bienes a mi hermano y pretendo que no sé nada, algunos lo hacen así. Mi modelo es mucho más difícil, es la página abierta, todos mis intereses a la luz. Cuando todo está arriba de la mesa ni siquiera hay espacio para la tentación. Todo el mundo sabe que soy accionista de LAN, ¿usted cree que alguna vez me atreví a conversar con algún colega senador algún tema que tuviera relación con la industria aérea?, jamás, ni en el pasillo, ni en un cóctel, ni en un comedor, ni mucho menos en el Congreso, por una razón muy simple, todo el mundo sabía. En cambio me parece mucho más peligroso, y por lo tanto mucho más vulnerables y peligrosas las relaciones ocultas. Qué sabe uno si un empresario en lugar de postularse él a un cargo de elección popular y tener que enfrentar la democracia, no lo hace él, sino que financia a otro y por tanto ahí hay mucho más espacio para la tentación.
-Los poderes fácticos son tales porque están en la oscuridad y en democracia los medios de comunicación deberían ser los que prenden los focos. Si usted participa en un medio, ¿estaría dispuesto a que sus periodistas alumbraran?
- No tengo compromiso de protegerle la sombra o las espaldas a nadie.
-Una última pregunta ¿Cómo está su relación con Allamand?
-Somos amigos hace más de 30 años, pero evidentemente que lo que pasó afectó nuestra relación. Como decía Pascal ‘el corazón tiene razones que la razón desconoce’. Estaría mintiendo si le dijera que mi relación y mis sentimientos son exactamente los mismos hoy día que hace un año atrás.

*Por esa cosa de los duendes que viven en la redacción, esta entrevista apareció en LND sólo firmada por Mirko Macari.

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