Cuando lo vi pensé que el aparato sólo le cabría a una mujer con vagina de elefanta. Pero no. Cupo perfecto en mi metro 50. Esta es la historia de una noche húmeda y de una protuberancia vibradora para el clítoris. Si usted no tiene un pene, cómprese uno. Sigue leyendo
2 comentarios:
Ahhhh, he disfrutado el relato y me reí a carcajadas, solo, en la oficina pegado a esta hora. Sobre todo cuando la imaginé asustada por creer que quedó con un par de pernos en el útero. Salvaste la noche.
Buenísimo.
Para servirle don Roberto
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