Aunque esté convertido en un ícono en reposo de la contracultura local, el director espiritual de The Clinic logra convocar a una lista groseramente transversal de influyentes, entre empresarios, políticos y rostros de la cultura. Editado por el sello con más estatus en la literatura, su posición inmejorable despierta mucha envidia subterránea. Sinceramente ¿a quién no le gustaría ser Pato Fernández? Sigue leyendo
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