Nota mental: En el Liguria de Manuel Montt están olvidando de qué se trataba todo esto

Suena fuerte. Pero es verdad. Aunque hay varias excepciones -la mayoría- hay garzones que olvidaron el propósito de este bar. Reconozcámoslo al tiro: los garzones old school y los más nuevos siguen teniendo sentido común. No quiero referirme a los garzones que más trabajan sino a los que actúan como "jefes" de algún tipo de extraña cofradía. Aquellos que somos parroquianos de este bar hace casi una década sabemos de quienes hablamos y por qué. En síntesis: el Liguria puede ser un hostal boutique o un motel barato. Depende de sus dueños la dirección que siguen. De momento, sus responsables se comportan como remedos de Tony Soprano enla peor temporada de descuentos. MAL.

Si atinan mal tendremos videos a lo "Chino" Ríos: penas de fanático de equipo de fútbol decadente. O bien un lugar de promoción de "lo nuestro" y "los nuestros" abierto a algo más que el garzón hdp en plan fuente de soda!

El nene mimado: Estuvimos en el lanzamiento del libro de Patricio Fernández

Aunque esté convertido en un ícono en reposo de la contracultura local, el director espiritual de The Clinic logra convocar a una lista groseramente transversal de influyentes, entre empresarios, políticos y rostros de la cultura. Editado por el sello con más estatus en la literatura, su posición inmejorable despierta mucha envidia subterránea. Sinceramente ¿a quién no le gustaría ser Pato Fernández? Sigue leyendo