jueves, 6 de noviembre de 2008

Las pifias a Paulina Urrutia en el Fidocs

(Vía El Mostrador)

Cada vez que Mónica Rincón, invitada como presentadora a la inauguración del Festival de Documentales de Santiago (FIDOCS), del lunes pasado, nombró a la Ministra de Cultura Paulina Urrutia, se escucharon pifias, no masivas pero suficientes para que a Urrutia le costara mantener el control. Cuando subió al estrado en el Centro de Extensión de la Universidad Católica lo primero que dijo fue “cuando les dan plata si que no pifian, ese es un factor”.

Luego se embarcó en una detallada pero muy árida cuenta donde detalló los millones de pesos que se han invertido en el desarrollo audiovisual en un discurso de tres carillas, como si la orden de La Moneda fuera aclarar las cuentas y difundir los logros antes de irse, ante la mirada atónita de la concurrencia, convocada para el estreno del documental "El diario de Agustín".

Cuando la audiencia estaba ya distraída, la ministra visiblemente nerviosa, mencionó los 74 millones que el gobierno entregó al festival y una persona lanzó un grito de alegría que hizo reír a los demás. Urrutia contestó “Vamos bien!, gracias al apoyo de ustedes”. Para peor suerte las pifias se repitieron cuando la ministra apareció en la película sobre El Mercurio y su dueño en la escena donde se mostraba una portada de Artes y Letras.

La de Urrutia no fue la única “polémica” de la tarde. El cineasta Cristián Leighton criticó a TVN por “obstaculizar la mirada de los documentalistas”. E Ignacio Agüero, director de la película sobre El Mercurio, denunció que “algunos periodistas no pudieron publicar sus notas porque sus jefes no lo permitieron”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El primer premio del Festival (12 FIDOCS), en la competencia nacional el “Gran Premio Embajada de Francia” que consiste en una invitación a Francia del realizador de la película ganadora para presentarla en un Festival de renombre fue otorgado por unanimidad para LA REVOLUCION DE LOS PINGUINOS de Jaime Díaz Lavanchy. Por la fuerza narrativa de su montaje. Por su capacidad de retratar desde un punto de vista singular, comprometido y emocionante el nacimiento de un movimiento social por parte de un colectivo sin representación, argumentó el jurado. LA REVOLUCION DE LOS PINGUINOS narra cuando el año 2006, recién asumido el gobierno de Michelle Bachelet estalla uno de los movimientos reivindicatorios más importantes desde la vuelta de la democracia: la revolución de los estudiantes secundarios, quienes buscaban modificar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza LOCE, heredada del gobierno militar, en pos de una educación mejor para ellos y las generaciones venideras. El movimiento se tomó los colegios y las calles, manteniendo en vilo al gobierno mientras recibía un altísimo porcentaje de aprobación por parte de la ciudadanía. Sus jóvenes líderes se transformaron en personajes públicos con línea directa con lo más selecto del espectro político nacional, mientras recibían presiones políticas y la prensa buscaba cualquier elemento de quiebre entre ellos.

El director Sebastian Lelio (La Sagrada Familia), entregó la Mención Especial, a ADA Y KABIR de Macarena Ovalle, por su acercamiento sensible y artístico al tema de la inmigración desde un punto de vista original y en reconocimiento a una mirada autoral emergente, indicó el jurado. ADA Y KABIR presenta la historia de dos niños, de dos culturas muy distintas, viven en un país que no es el de sus padres. Ada viene de Chile y Kabir de la India. Ambos sirven de intérpretes a sus respectivas madres a la hora de relacionarse con el mundo laboral, en donde sólo pueden acceder a trabajos de aseo y limpieza, mientras ellos se educan en catalán en la escuela Pau Vila de Barcelona, donde el 95% de los niños son inmigrantes. Ada y Kabir son compañeros de escuela, y con los demás niños de su edad conviven y comparten independiente de sus diferencias culturales y gustos distintos.

El jurado entrego además una Mención Especial, a BAJO LA CAPUCHA de Patricio Henríquez, por su efectivo y minucioso análisis de la genealogía, de una práctica que se repite en la historia como es la tortura. BAJO LA CAPUCHA, presenta cuando una grabación nocturna registra el accionar de un grupo de militares norteamericanos: buscan en las calles de un país que les es ajeno, donde viven quienes ellos consideran terroristas. El objetivo se cumple, la cámara registra a los detenidos cuales espectros, ya carentes de voluntad. Vemos sus rostros por última vez, son encapuchados y trasladados a un campo de detención donde serán torturados

Y el Premio Especial del Jurado, entregado por Mauro Andrizzi, fue para EL ARENAL, de Sebastián Sepulveda, por su potencia visual, su retrato sensible y acercamiento poético a un estilo de vida y un mundo en proceso de desaparición. El Arenal muestra a la comunidad de Guajará que fue formada hace más de 200 años por descendientes de esclavos que encontraron allí su libertad. Desde aquel entonces los habitantes de este lugar de la Amazonia brasilera han permanecido relativamente ajenos al contacto con la urbe y su progreso, manteniendo un modo de vida ligado a sus ancestros el cual es alimentado por una serie de mitos sobre espíritus y personificaciones del mal. En las cercanías de la comunidad se encuentra un arenal, el cual es el lugar donde los espíritus habitan y conviven con los habitantes de Guajará desde el origen de ésta. El director Sebastián Sepúlveda rescata estas historias de convivencia entre los habitantes y los espíritus y seres que los rodean, registrando un modo de vida que está amenazado con dejar de existir.

Este año los 3 integrantes del jurado fueron Almudena Carracedo, Mauro Andrizzi, Sebastián Lelio.

FIDOCS finaliza su programación este domingo 09 de noviembre.