jueves, 29 de enero de 2009

El empresario belga que le vendió su estancia a Tompkins y su vínculo con el caso Mirage

En la lista de civiles investigados por el juez Omar Astudillo en el caso de las comisiones ilegales entregadas en el proceso de compra de los aviones Mirage belgas por parte de la FACH, uno resalta debido a su perfil público ajeno a la reserva con que acostumbran actuar los intermediarios en el negocio de armas. Se trata de Francois de Smet, ciudadano belga que fue representante en Chile de Sabca, la compañía que vendió los caza a la FACH.

Según el informe de la justicia belga que investigó la entrega de coimas en Europa, De Smet recibió pagos desde Berthier Investment, empresa creada por Conrado Ariztía, fallecido chileno representante de empresas de armamento que fue pieza clave de las tratativas para que nuestro país adquiriera los aviones en US$ 109 millones. El expediente asegura que De Smet recibió casi US$ 1,3 millones de los US$ 15 millones destinados a comisiones por su participación en el proceso y registró la existencia de cinco cuentas a su nombre abiertas en Luxemburgo.

De Smet, pertenece a una reconocida familia que llegó a Aysén en la década de 1940 y ha sido destacada por revista Capital entre las fortunas regionales del sur de Chile. Pero su nombre suena más debido a que en 2004 le vendió la hacienda Chacabuco al millonario ecologista Douglas Tompkins en una suma cercana a US$ 10 millones. Sus hermanos Jean Pierre e Yves participaron junto a él en las negociaciones de la venta de la Hacienda, en tanto su otro hermano, Carlos, es el productor de la cerveza artesanal premium D’Olbek.

No hay comentarios.: