Mi primer proyecto online lo pensé a fines de 1999 y ya estaba arriba a principios del año 2000. Se llamaba Independiente.cl y estábamos arriba de la ola, mejor dicho, de la burbuja de Internet. Esos, eran días de tirar y abrazarse. De engrupirte a la tía y el amigo, consiguiendo dinero con el clásico "friends, fools and family" y el discurso que todos por entonces tenían: con Internet te vas a hacer rico. Obviamente hay que guardar las distancias: mi "start up" era de cartón piedra, así que empezó con un capital de $800 mil y jurábamos que la íbamos a romper. Pero como nos pasábamos las audiencias por donde te dije, seguíamos pensando en papel pero publicábamos en Internet y la cosa era apenas un fanzine que saltó de la fotocopia a la web, todo terminó con deudas, peleas y su servidor trabajando en Publimetro (uff) mientras pituteaba en un documental y en lo que se convertiría en una revista quincenal que todavía existe. Con pudor puedo contar que existen restos en Internet Archive de ese fallido proyecto online. Eso era Internet el año 2000.
Cinco años después escribí una suerte de proyección de lo que estaba pasando con los blogs. En 2005 tenía una columna en LND sobre blogs. El fenómeno parecía ir más rápido de lo que fue y podría ir. Pero no fui tan estúpido para caer en la trampa de Bill Gates y sus profecías que jamás se cumplen. Igual anduve cerca de tentarme pero creo haber salvado la situación con algo de dignidad.
Hoy sigo escribiendo de estos asuntos en mis ratos libres. Siguen habiendo start ups y tipos que venden empresas que no han llegado a tener ganancias aún, como fotolog o facebook, en sumas astronómicas. Continuamos hablando del futuro de los medios, pensando escenarios "apocalípticos" y analizando transformaciones para no quedar abajo o sacarle el jugo a algo que puede usarse para cambiar la lógica de producción de noticias. Se trata de evolución. También de mercado y negocio editorial. Porque si han de existir nuevamente como los conocimos alguna vez -"Hi, Rupert", Simpsons dixit-, los nuevos "mogul" y cerebros de los media deberán salir de todo esto. Del caos que mi abuela no entiende. Del "Wena Naty" que aterra a los padres. De las mentes de hombres y mujeres que: quieren hacer negocios; hacer periodismo; o ambos a la vez. Porque mientras en algunos diarios importantes siguen contratando asesores extranjeros para que les digan qué es lo que tienen o no que hacer, por debajo entre sus empleados más jóvenes se incuban las respuestas que no están dispuestos a escuchar. Quizá paguen un alto precio por ello. Es altamente probable que no pase nada. Pero lo relevante es que volvemos a tener esa picazón del verano del 2000, esa sensación de que son muchas las cosas posibles de concretar. Tal vez las únicas certezas que se mantienen desde los días de la burbuja son que nos caímos, aprendimos de los errores y ahora sabemos cómo funciona el mercado editorial. Otro punto no menor: seguimos teniendo el hambre del 2000 que los de más arriba ya empezaron a perder.
3 comentarios:
Desde hace algunos meses algo me dice que es el momento para lanzar un medio online que la rompa en nuestro país ...
(repito) Tengo la seudo-certeza de que es el momento preciso para apostar por un medio online que rompa el status quo de la prensa nacional. ... Yo con todas las ganas y la energía para embarcarme...
Así parece ¿no?
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