martes, 2 de octubre de 2007

It`s the end of the world as we know it / and I feel fine


Img: James Francis

Así cantaba REM: "Es el fin del mundo como lo conocemos / y me siento bien".

Y esta, otra nota del casi de la casa Diego Rottman, recoge esa sensación de acabo de mundo editorial que se irá notando poco a poco, cada vez más, por estas latitudes. Quienes aún sienten lejos de Latinoamérica el fenómeno online, no les hará mal echarle un vistazo a este artículo en que Rottman junta pedazos y arma el puzzle de lo que ya habló Jeff Jarvis, citado también acá por Luis Argandoña. No es el pago lo que importa sino la relación con tu lector, en un escenario de estrategia de negocio que se transforma en algo que se está cocinando. Incertidumbre. Que bien suena eso. Atentos los viejos tercios. Los que creen que blogs, rss, web 2.0 son cosas que equivalen a niños jugando (hay uno, de 19 años, que así mismo armó una cosa llamada Facebook: el juguete está avaluado en US$10 mil millones). Repito. Atentos. Se vienen los nuevos directores y dueños de medios. Y la mayoría de ustedes no está en la lista de personas a mantener en la nómina. Falta poco. Menos de cinco años.

Los medios digitales, a los pies de los "lectores indirectos"
(del Boletín Periodismo.com de octubre)

En la breve pero intensa historia de Internet, septiembre de 2007 deberá figurar como el mes del comienzo del fin del contenido pago. El mojón lo marcó The New York Times, con la decisión de derrumbar todas las paredes que impedian acceder gratis a los contenidos del diario. Y fue más allá: ahora también se permite la consulta sin cargo de sus sensacionales archivos, que arrancan en 1851.
Pero el verdadero quiebre se producirá cuando el nuevo dueño de The Wall Street Journal, Rupert Murdoch, anuncie no dentro de mucho que el más importante diario económico del mundo ofrecerá gratuitamente la totalidad de su contenido online. Siempre se tomó a este medio como el paradigma del pago por contenido en Internet. Que deje de cobrar generaría un efecto dominó en aquellos que siguieron su ejemplo.
El año pasado El País, de Madrid, abrió su contenido después de comprobar que al cerrarlo para cobrar le había regalado su sitial de líder a la versión digital de El Mundo. Ajenos (por ahora) a esta nueva tendencia, en varios países de habla hispana todavía se sigue el modelo de suscripción, sobre todo con los diarios económicos como The Wall Street Journal.
¿Fracasó el modelo de contenido pago para los periódicos en la web? Según como se mire. 227.000 personas pagaban para acceder al contenido que ahora The New York Times va a regalar, totalizando 10 millones de dólares por año. Las cifras de The Wall Street Journal son más contundentes: un millón de suscriptores, pagando alrededor de 79 dólares por año que llevará a que facture unos 65 millones de dólares en 2007.
Pero en realidad se está redoblando la apuesta. Vivian L. Schiller, vicepresidente senior de NYTimes.com explica que las proyecciones de crecimiento de la base de suscriptores pagos son bajas, comparadas con el crecimiento de la publicidad online. Es decir, estos medios están apostando a ganar más con facturación publicitaria que lo que venían ganando con suscripciones. Para eso es necesario dejar que entre la mayor cantidad de lectores posible a sus sitios. Cuanto más páginas (con publicidad) se vean, mayores ingresos.
Los analistas esperan que el mercado publicitario online de Estados Unidos trepe de los actuales 17 mil millones de dólares a entre 26 mil a 30 mil millones para 2011. Parte del monto actual proviene de la transferencia de publicidad de los medios gráficos a los digitales.
Los medios se abren porque sube la facturación publicitaria. Pero ¿por qué sube la facturación publicitaria? Un estudio de la Online Publishers Association (OPA) demuestra que el tiempo que los usuarios pasan viendo contenido online se incrementó un 37% en relación con los datos de cuatro años atrás. Las razones de este aumento son: una Internet más rápida, la popularidad de los sitios de video, el incremento del contenido disponible, el mayor uso de la Mensajería Instantánea (con la consiguiente reducción del tiempo dedicado a las actividades de comunicación) y las mejoras en los buscadores.
Es en este último elemento donde los números parecen haber encendido la señal de alerta. Buscadores como Google, Yahoo o MSN envían hasta el 80% de los visitantes de los sitios de noticias. Despreciar este flujo de usuarios conspira contra este nuevo modelo de web, donde estos “lectores indirectos” mandan. En palabras de Schiller: “en los viejos tiempos –y por viejos me refiero a unos años atrás- la gente llegaba a los diarios escribiendo su dirección. Ahora la gente llega a nosotros sin siquiera saber que nos estaba buscando”.
¿Funcionará este nuevo modelo? Para que la experiencia sea exitosa, la facturación por publicidad tendrá que superar a la que se conseguía por suscripciones. Pero también tendrá que probarse que regalar todo el contenido no conspira contra las ventas en papel. Algo que tal vez se demuestre con los grandes medios de referencia, pero que es mucho más difícil de conseguir con los portales verticales especializados con poca competencia, donde la venta del contenido parece seguir siendo la mejor opción.

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