La hora más dura del sancionado vicepresidente de D&S
Llegó al holding supermercadista en 1998 como gurú del marketing y cautivó a Nicolás Ibáñez, convirtiéndose en su “orejero” más relevante. Con el argumento de la profesionalización de la compañía fue nombrado vicepresidente del grupo, al que vinculó con las redes empresariales más influyentes del país. En el camino presidió Icare en 2003, dejó heridos, sumó mesas directivas, una sociedad con el multado Vicente Aresti y amigos que lo defienden hoy, cuando su credibilidad está puesta en duda. Sigue leyendo
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